Pasteles y mierdas así

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El bar "El gato negro" era de los más grandes la ciudad, se reconocía por sus buenos tragos y excelente música.

Comenzó apenas siendo un pequeño local con poco presupuesto que tuvo un empujón gracias a mi madre.
La dueña del bar era su amiga, y muy buenas amigas, así que convenció a los Agreste para ayudarla y el bar pudo ser lo que es ahora. Lamentablemente la dueña del bar murió y su hijo quedó a cargo, un chiquillo que me conocía perfectamente así que me trataba con amabilidad por el simple hecho de que sabía cuánto había en mi bolsillo.

Cada sábado a las 01:00 AM me las he arreglado para ir ahí sin falta ya que toca la banda "Criminal" eran realmente buenos, Jenny la baterista, Joey el bajista, Michell la cantante y segunda guitarra y por último Luka Couffaine, el guitarrista principal y un mago en todo lo que era música. Lo conocí porque su hermana iba conmigo en la escuela y desde entonces no lo he perdido de vista.

Y ahí estaba yo, sentado en la barra, con mi esmoquin nuevo y mi mejor perfume como todos los sábados, mirándolos... a Luka específicamente. Su cara estaba sudando, su pelo moviéndose agitado al ritmo de su solo de guitarra, no quería que él momento acabará, él estaba con los mismos pantalones negros que usaba siempre, una polera blanca y un abrigo largo que se ponía las noches frías.

Couffaine ilumina todo él escenario, y su talento resplandece sin necesidad de hacerlo notar.

Después de un par de canciones se bajaron del escenario, orgullosos nuevamente por su trabajo. Era fin de mes y él dueño del bar se acercó superiormente a ellos entregándoles un sobre a cada uno, exceptuando a Luka quien se notaba que tenía en su cara una expresión de sutil enojo.

Me acerque sin que me percibieran para oír la conversación.

--Necesito él dinero Rossi—le dijo Luka aparentando amabilidad

--Soy señor Rossi para ti, ya te dije, no tengo dinero, tendrás que esperar hasta el otro mes Couffaine

--A los demás les pagaste

--Los demás tienen un contrato, tú por otro lado no lo tienes, deberías ser más agradecido porque al menos te dejo subir a mi escenario. Te pagaré el otro mes y punto.

--Tengo muchas cosas que pagar

--¿Tú crees que yo no? Lo hubieras pensado antes de dedicarte a la música

Su tono despectivo y degradante al tratar con él hizo que fuera imposible no meterme en su conversación.

--¿Algún problema Rossi?—dije firme haciendo que él imbécil pegara un salto

--Señor Agreste, que gusto tenerlo acá—respondió estrechándome la mano a lo que no respondí provocando que él bajara la mano mientras tragaba saliva.

--Te ordenaré solo una cosa Rossi, desde ahora tratarás con más respeto a Luka, quien pronto será el futuro señor Agreste, mi marido—al decirle eso el tipo se puso pálido.

--Yo no...no tenía idea—se excusó pero lo interrumpí

--Te conozco de pequeño y debes recordar de dónde vienes Rossi, vienes de la pobreza misma ¿Lo recuerdas?—le pregunté haciendo que él recordará –Sin mi familia no tendrías todo esto, y si continuas con tus malos tratos puedes quedar acabado si un Agreste así lo desea, incluyendo a Luka

No esperé que contestara y miré a Luka

--Te espero en la barra mi amor—le dije dándole un beso en la mejilla y tomándole la mano

--Ahí estaré—me dijo siguiéndome el juego.

Una vez en la barra ordené dos daiquiris de frambuesa y en cuestión de minutos llegó Luka a sentarse a mi lado.

One-Shots Hot ||AdrienxLuka|| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora