Una Sonrisa Falsa

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    La casa era bastante grande, una casa familiar por afuera pero por adentro era una casa solitaria con amor que ya había desvanecido. Entramos y la mamá de Will, Gemma, me sonrió con una sonrisa falsa mientras sostenía la mano de su esposo, Craig, con repulsión hacia este.
     Cenamos, con sus padres contándonos anécdotas graciosas de cuando eran jóvenes y de Will cuando era un niño todo estuvo bien durante la cena, aunque Gemma seguía con esa sonrisa falsa toda la noche.
Hasta que fui al baño, ya habíamos terminado de cenar y estábamos charlando en la sala de estar. Cuando vuelvo a esta escucho hablando a Will con su madre diciendo que ella no parecía una linda chica y que no cumplía sus standards, que parecía una pobretona que nadie quería. Luego finalizó diciendo por lo menos no eres como estos rebeldes que ahora hacen marchas, no se dan cuento que están enfermos dijo Gemma refiriéndose a la comunidad LGBT. Luego ya harta de estar escuchando fui y la confronté. Le conteste de que ella no sabía nada de mi y que no tenía derecho de decir ninguna de esas tonterías, a lo que ella responde quédate tranquila cariño, conocí a muchas como tu. Yo ya harta de esto le respondí :" Tu no sabes nada de mi". Y ella me dijo algo que nunca lo voy a olvidar:" Yo si te conozco porque tengo experiencia y además mírate una perra, mojigata que se quiere coger a mi hijo. Encima le hablas así a una persona mayor. Exclamó Gemma justo después de eso ella fue y me dio una bofetada. Nunca me lo voy a olvidar, no por lo que me dijo sino por como lo dijo. Haciéndome acordar del tono y la manera que mi padre me empezó a decir cosas inaguantables. Y ahí es cuando dije que no iba a aguantar más, tenía un límite y ella lo rompió. De lo que no me di cuenta es que si tuviera un límite más extendido esta historia sería mucho menos horrorosa.

Emma: A Love StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora