Two Of Us - OS (L.S)

Parte Única

Aquel siete de diciembre de 2016 el mundo de Louis se vino abajo, no podía sonreír, pero tampoco podía llorar, no sentía más nada que un vacío. La persona que el amaba más en su vida había partido. Toda su familia estaba devastada, porque al fin y al cabo Jay era lo que le daba felicidad a cada uno de ellos.

Louis recibió mensajes de muchísima gente, tanto de seres queridos como de otros que el castaño hubiese mandado a la mierda de no ser por su animo. Las fans se habían sentido muy afectadas por la noticia y le dieron todo el amor posible a Louis, y eso era una de las pocas cosas que lo ayudaron a continuar.

Al día siguiente de la tragedia Simon lo llamo diciéndole que iba a dar una presentación en The X Factor el 10 de diciembre, Louis no quería, se hubiese negado pero sabía que terminaría haciéndolo por obligación así que accedió. Aquellos días no eran más que eso, tiempo que pasaba y a Louis no le importaba, lo único por lo que saldría adelante son sus hermanas, el pilar de su vida.

En otro lugar del mundo, estaba Harry que al enterarse de la noticia se sintió demasiado triste y preocupado. Louis y él habían terminado cuando One Direction se tomó el descanso, decidieron por el bien de ambos acabar con la relación, aunque los sentimientos seguían ahí. Harry sabia que tan importante era Johanna para Louis, que ella era la persona que él más admiraba.

Porque al fin y al cabo Jay se hacía querer por todos, fue también una persona muy importante para Harry cuando al enterarse de su relación con Louis lo recibió con los brazos abiertos, ella lo solía aconsejar al principio sobre cómo calmarlo cuando se enojaba, o como consolarlo cuando se entristecía.

Le estaba por mandar un mensaje, cuando le llego uno de él al grupo que compartía con Louis, Niall y Liam.

"Hola chicos. Supongo que ya se han enterado de la noticia, quería comentarles que el 10/12 voy a dar una presentación en The X Factor y obviamente están invitados"

En ese momento un sentimiento de ira surgió en el pecho de Harry y apretó fuertemente sus puños. No podía creer que el monstruo de Simon les continúe arruinando la vida hasta en los momentos más difíciles.

Decidió llamar a Louis, sabía que era posible que no atendiera y si era así, era totalmente acertado porque ante una situación como tal sería normal no querer hablar con nadie. Aun así, luego del segundo pitido el ojiazul contestó.

— Hola Hazza. — El rizado notó el desánimo en su voz y se le estrujó el corazón.

— Hey Lou, cuéntame como estás.— Contestó Harry con suavidad. Dudó en preguntarlo porque era obvia la respuesta, pero quería oír su voz.

— Mal, siendote sincero. La verdad es que no tengo ánimo de nada, quiero rendirme y mandar todo a la mierda. Quiero quedarme el resto de mi vida llorando en mi habitación, esperando que todo pase.— Harry quería llorar, pero no lo iba a hacer porque tenía que ser fuerte y ayudar a Louis.

Estuvieron hablando por mucho tiempo, y cuando Louis colgó y vio que habían conversado durante casi dos horas se dio cuenta cuanto lo mucho que lo extrañaba y recordó lo rápido que el tiempo se pasaba con él a su lado. Hasta se había olvidado un poco de la tristeza, y logró distraerse pero en el momento que colgaron ese sentimiento volvió apoderándose de su cuerpo por completo.

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Los días pasaron y Louis tuvo que recomponerse un poco, era el mayor de los hermanos, y también ellas necesitaban un consuelo. Así que por las tardes ponía su mejor -media- sonrisa para jugar con sus hermanas más pequeñas y distraerlas un poco. Por suerte Doris y Ernest eran muy pequeños, y no lo sufrían tanto aunque notaban su ausencia.