My date was going to be you

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–Entonces... Renjun dijo que le gustabas pero Hyunjin también lo hizo.–Hyo repitió lo que Yongsun había comentado.–¿Que les respondiste?

–Con el primero lo amenacé con asesinarlo y el segundo me hice la dormida.

–Pero te gusta Hyunjin, no?

–Es guapo y un chico bastante interesante.–Sun se encogió de hombros con un leve sonrojo.

–¿Y Renjun?

–Un idiota cabeza hueca.–La expresión de Yongsun cambió totalmente.

–Bueno, eso dice todo creo...

La semana avanzaba lenta y el ojo morado de Yongsun se oscureció más.

–Me veo del asco.–Yongsun intentaba ocultar el ojo oscuro con su cabello.

–Te ves bonita igual.–Hyunjin quien estaba a su lado le acarició el cabello.–Tengas ese ojo morado o no eres bonita Sunnie.

El sonrojo de Yongsun se hizo presente y cubrió sus mejillas con sus manos.

El día del baile llegó y para desgracia de Yongsun, su ojo seguía en unos tonos oscuros.

–¿Realmente debo ir?–Le preguntó a su madre.–Mira como está mí ojo. Me veré más horrible en las fotos.

–Calma, mi pequeña. Ven, te ayudaré con eso.

Su madre era alguien excepcional. La ayudo a ponerse el vestido y los zapatos elegidos, arregló su cabello levemente con unas trenzas y unas ondas.

–Bien, ahora el maquillaje, cruza los dedos.

Yongsun suspiró y se dejó maquillar por ella. Cuando era pequeña su madre tomaba clases de maquillaje y peluquería sabiendo que en algún momento le serviría, como ahora.

–Ouch, aún duele.–Comentó cuando sintió la esponja en su ojo.

–Lo siento, bebe.–Su madre lo hizo con más cuidado.

Luego de varios minutos, su madre suspiró.

–¿Qué fue ese suspiro?–Yongsun la miró.

–Es mí mejor trabajo.–Su madre comentó orgullosa y Sun se volteó.

Su ojo morado había desaparecido. Tenía una sombra satinada en sus ojos grandes, un color nude haciendo juego con su vestido. Se veía bonita.

–Mamá...–Yongsun hizo un puchero.

–¡No llores! ¡Aún no puse el fijador de maquillaje!–Su madre gritó.

Luego de terminar Yongsun se observó varias veces en el espejo. El timbre sonó y con el la puerta más la voz de su madre.

–¡Yongsunnie, Hyunjin está aquí!

Se miró una vez más y se sonrió.–Tu puedes, Yongsun.

Bajó lentamente las escaleras y al quedar en el último escalón observó a Hyunjin con la boca abierta y su madre sonriendole.

–Hey.–Yongsun saludó primero sintiéndose nerviosa bajo la mirada del muchacho.

–Tu... Te ves... Wow.–Una sonrisa apareció en el rostro. Yongsun se sintió satisfecha con su respuesta.–Oh, traje esto.

Un ramillete hermoso. Yongsun sonrió y asintió cuando le preguntó si se lo podría poner. Quedaba perfecto.

–Bien, vámonos.–La mano de Hyunjin fue estirada hacia la de ella, quien la tomo con nervios, era la primera vez que lo hacían.

At his feet → Huáng Renjun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora