20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. (Ap. 3:20)
Con musichimo cariño, con todo el corazón para ustedes de Dios y de mí.18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
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pensamientos del día
EspiritualUn pequeño proverbio siempre es como gota de agua fresca en medio del desierto