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El sonido de la alarma resonaba en la habitación despertando al azabache, con pereza se movía intentando llegar al teléfono con su mano fallando varías veces hasta que por fin tomo el teléfono y entre pestañeos apagó la alarma, quitó las mantas sobre su cara y bostezo, se removió de su cómoda cama para abrir las cortinas quejándose por los primeros rayos del sol, también abrió su ventana para ventilar y con pereza salió de su habitación para ir al baño a ducharse. Después de asearse se colocó su traje negro con una camisa blanca, anudo su cortaba también negra y terminó de abrochar sus zapatos bien pulidos.
Fue a la cocina para hacerse una tostadas cuando su teléfono comenzó a sonar, rápidamente contesto.

— Yoongi, ¿dónde estás? hoy es la reunión con Gucci —la afligida voz de su compañero de trabajo, Hoseok el asistente número dos.

Abrió sus ojos sorprendido y miró al refrigerador donde se encontraba una nota con letras grandes indicando de la importante reunión y después miró la hora, seis y media de la mañana, Jimin lo iba a matar.

— mierda Hoseok, ya estoy saliendo —apresurado buscó su bolso de cuero ya un poco gastando, se coloco su abrigo café y salió para correr a tomar el ascensor, con desesperación toco el botón del primer piso y a la vez tocó el botón para que la puerta cerrará más rápido.

— Yoongi si no llegas me va a matar a mi y después te iré a tirar los pies en las noches —recordó que aún seguía hablando por teléfono, cortó la llamada y corrió para salir del edificio buscando un taxi hasta pensó ir en Uber pero no tenía suficiente dinero, cuando estaba por acercarse un taxi escuchó un grito proveniente del edificio, se dio vuelta para mirar y vio a su primo en la ventana con una expresión de molestia y también salía humo, mierda las tostadas.

— ¡ESTAS MUERTO YOONGI! —gritó enfurecido provocando que su rostro se colocara rojo, vio el taxi llegar y alzó su dedo para detenerlo, miró nuevamente su primo y le pidió perdón con la mirada, se subió y se fueron indicandole la dirección de la empresa.

Por suerte no había tanto tránsito así que llegó en poco tiempo, pagó con prisa y se bajó con prisa para entrar al enorme edificio chocando con varias personas, saco su tarjeta y la paso por la entrada, subió las eternas escaleras ya que los ascensores estaban llenos, con la respiración agitada y sudado llegó al piso más alto aunque en cierto piso no pudo más y tomo el ascensor, intento peinar su cabello y se sentó en su silla para poder descansar cerrando sus ojos pero un fuerte sonido lo asustó, abrió sus ojos y se topó con un hermoso ángel que no lo miraba con amabilidad, tragó saliva con dificultad y sonrió nervioso.

— ho-hola Jimin —murmuró levantándose con prisa haciendo una reverencia, el hombre rubio se cruzó de brazos provocando que su vestido rojo se subiera un poco revelando un poco más sus tonificados muslos, Yoongi bajó un poco su mirada pero al escuchar el gruñido rápidamente la subió.

— Hoseok lleva al incompetente a la sala de reuniones para que la orden, tiene menos de cinco minutos —su voz suave pero autoritaria era tan encantadora para el azabache, Jimin les dio una mirada amenazante ambos y camino a su oficina, ambos soltaron un fuerte suspiro y asintieron para ir juntos a la sala de reuniones.

Durante el camino solo recibió insultos por parte del pelirrojo, agachó la cabeza y asintió levemente, debió haberse levantado más temprano y así tendría contento a Jimin, mordió su labio inferior mientras iba dejando las carpetas en orden y preparaban la presentación, en el puesto del rubio dejó un vaso con una botella de soda de fresas, el favorito de Jimin. Cuando todo estaba listo miraron la hora y los representantes de Gucci ya había llegado salieron de la sala y Yoongi se quedo en la puerta para dejar pasar a las personas, el pasar el rubio recibió una sonrisa de labios cerrados y una corta pero suave caricia en la mejilla dejando con un ritmo desenfrenado el corazón del azabache.

Hoseok sonrió rodando los ojos, tomo la corbata para tirar de ella, captando la atención y asintió rápidamente mientras que sus orejas se colocaban rojas. No era novedad que Yoongi tuviera un enamoramiento por Jimin.

Yoongi se encontraba en su escritorio revisando las próximas reuniones y citas de trabajo para Jimin mientras Hoseok corría de un lado a otro buscando los pedidos de las faldas Calvin Klein y a la vez también tenía que buscar las blusas de Prada v...

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Yoongi se encontraba en su escritorio revisando las próximas reuniones y citas de trabajo para Jimin mientras Hoseok corría de un lado a otro buscando los pedidos de las faldas Calvin Klein y a la vez también tenía que buscar las blusas de Prada volviéndose loco.

— Yoongi —el llamado del rubio fue escuchado y el azabache rápidamente camino a la oficina que quedaban al lado, sonrió acomodando sus lentes pero al momento de subir la mirada quedó congelado, Jimin se encontraba en ropa interior, una pequeña braga de encaje de color blanco perla mientras hablaba por teléfono sin darse cuenta que la presencia del mayor, mientras que él tapaba sus ojos totalmente avergonzado y soltando balbuceos.

Jimin cortó la llamada y se giró, caminó con elegancia con sus tacones negros y se sentó en su silla mirando unas carpetas, subió su mirada de reojo y vio a su asistente parado como un idiota hablado solo.

— ¿vas a quedarte ahí o debo mandarte una invitación? —se tiró hacia atrás y cruzó una de sus piernas sobre la otra.

Yoongi asintió tomando aire y se sentó con la mirada en el suelo, estaba muy avergonzado que sentía que si lo miraba toda su cara sería un tomate.

— hey disculpa, ¿estoy interrumpiendo tus pensamientos o qué? —la dura voz asustó al mayor, rápidamente subió su mirada y negó— bien, hoy tengo una cita en el Spa a las cuatro pero a esa hora llegarán el nuevo diseñador así que tendrás que tú y Chanyeol hacerse cargo —firmo unos papeles y luego volvió a mirar a Yoongi, quién escribía en su agenda con apuro y sus lentes bajan por el puente de su nariz sacándole una sonrisa suave.

El rubio se levantó justo a tiempo llegó Hoseok con su ropa de la tintorería, se colocó la blusa de satín color crema y luego se colocó la falda negra de tubo resaltando sus lindas curvas, peinó su cabello y se colocó unas gafas de sol. Ambos asistentes quedaron con la boca seca y con un lindo sonrojo en sus mejillas, Jimin se giró y sonrió.

— mañana los quiero a las cinco, ni un minuto menos o limpiarán ventanas —tomo su bolso Louis Vuitton y salió caminado moviendo su trasero con suavidad rebotando por cada pisada.

— mañana los quiero a las cinco, ni un minuto menos o limpiarán ventanas —tomo su bolso Louis Vuitton y salió caminado moviendo su trasero con suavidad rebotando por cada pisada

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💎💄💎

¡nuevo capítulo dulzuras!

espero que les haya ayudado.

muchas gracias por su voto/comentario/leída.

los tkm♡

-sam.

mr. perfect ; yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora