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Después de Jungkook desayunar y dejar a su omega en cama descansando se dirigía al hotel con todo el pesar de su alma; estar cerca de los hermanos de Yoongi era ciertamente atemorizante. En especial Seokjin quien parecía quererle arrancar la cabeza de una mordida, Taehyung tal vez se resignó y Namjoon, a él parecía importarle poco la vida de los demás. Sólo quería entregar el encargo que su pareja le dio para ese tal Jimin, y poder volver antes de iniciar sus clases.  Tenía el número de su habitación, por lo que sin problemas subió al elevador y caminó tranquilamente por el amplio pasillo.

Todo estaba tan silencioso que asustaba, pero se distraía con la hermosa decoración que Yoongi había creado, sonriendo ampliamente con cada pequeño detalle, sabiendo que su novio amaba completamente su trabajo.

El sonido del seguro de un puerta y el como era abierta se escuchó por todo el pasillo, por puro reflejo se pegó a la pared al igual que disminuyó la velocidad de sus pasos, su sorpresa fue encontrar a Min Seokjin saliendo de ella, afortunadamente no hicieron contacto visual y el mayor iba en dirección contraria, dándole enseguida la espalda. La única manera en que pudo reconocerle fue al verlo de perfil.  Siguió su caminar observando el costado de las puertas buscando en la que se hospedaba Park Jimin y sorpresa... la puerta por dónde Min Seokjin salió hace unos minutos.

Tocó suavemente creyendo que se confundió de puerta, y que debido a la distancia se debía a otra habitación.

O será que acaso... ¿Jimin salía con su cuñado?

Jungkook había conocido al omega debido a una cena en la casa de Yoongi, debido al trabajo y como un informe semanal del progreso. Debía admitir que Jimin era bastante agradable, tal vez era el tipo de chico que un alfa como Seokjin necesita, tal como él con su amado Yoongi.

—¿Jungkook?

—Ah hyung, buenos días— hizo una leve reverencia, Jimin lo miraba un poco extrañado por su visita inesperada, cruzó sus brazos sobre su pecho asegurando de alguna forma la bata blanca. —Perdón por venir tan temprano, Yoongi me pidió que te diera esto —le tendió unas carpetas junto a un teléfono celular.

Jimin recibió los objetos sin decir nada, bastante serio pensando en si debía aprovechar la oportunidad

—¿No te gustaría pasar un momento? Desde que nos presentaron no tuvimos una conversación apropiada.

El alfa accedió pensando que tenía razón, él  era realmente un amigo cercano de Yoongi y conocerle mejor sería beneficioso para encajar en esa extraña familia.

Como era de esperarse la habitación era enorme y contaba con una pequeña estancia, en la que ambos se sentaron y conversaron normalmente sobre datos generales el uno del otro.

—¿Cómo conociste a Yoongi? Tengo extrema curiosidad en eso— Jimin se acomodó en su lugar, bebiendo de café.

—Bueno, yo estoy en la universidad, y me ofrecieron un trabajo en el hotel, fue como me hice su asistente.— dijo nervioso armando todo de mentiras.

Jimin sonrió de lado, era tan notorio que el menor mentía, y pensar que no era bueno ocultando la verdad le dio una ventaja

—Nunca imaginé que a Yoonnie le gustaran menores...— bromeó.

—No, yo tengo casi veinticuatro— la forma en que su cuerpo se tensó y el tono bajo en su voz no daba credibilidad en sus palabras.

El omega se permitió mirarle de pies a cabeza mientras continuaban su conversación y sentía tanta envidia por Yoongi, por tener a un hombre joven, con un cuerpo digno de ser el dios de la lujuria y al parecer, era un alfa protector, que de verdad amaba a su pareja.

Claro, hasta que no le pongan otro culo en frente mucho mejor.

—Creo que sabes muy bien, nosotros no somos como toda esta gente— se levantó dejando su taza en la mesa de centro —no somos gente que nació en una cuna de oro, que no tiene que preocuparse por pagar las cuentas o si al menos tiene dinero para una buena cena.

—Siendo sincero creí que tú eres esa clase de personas...

—¡Por su puesto que no!— dijo casi como si sonara ofendido, pero en el interior orgulloso de la impresión de los demás por él  —Jungkook, me ha costado cada maldito centavo que tengo, toda una vida de esfuerzos.

Soportar alfas haciendo lo que les de en gana con mi cuerpo no es fácil.

Pero dios, con un alfa como tú a mis pies estaría dispuesto a pasar por lo que sea.

—Si, te entiendo, yo llegué a la ciudad muy joven y fue realmente difícil.

—Por eso es que me agradas más, Jungkook.—se sentó a un lado del menor, cruzando sus piernas y mirándolo fijamente —los Min no son gente normal, son personas que llevan una vida llena de lujos y cubrir sus necesidades no es nada sencillo...

—¿A qué te refieres?— lo miró confundido, sin entender el rumbo de la conversación

Jimin tenía una carta bajo la manga, se había dado la tarea de investigar con sus amistades en el mundo de los sugar baby y por supuesto con los gerentes de algunos bares de lujo en la ciudad, agotó todos sus recursos hasta que encontró lo que buscaba.

—Es importante que sepas que tu pequeña ganancia como alfa de alquiler se acabará en algún momento, y mantener a un omega acostumbrado a todo tipo de lujos será difícil.

El rostro del alfa cambió de color, siendo pálido al escuchar aquello.

—Por favor no digas nada... si la familia de Yoongi se entera, pensarán que solo quiero aprovecharme de él.

—¿Y no es así? Yoongi pidió tus servicios, lo enamoraste y embarazaste para vivir de él.

—¡No es así!— gruño con el rostro rojo, intimidante a la vista del omega —Yo no sé cómo fue que te enteraste pero te pido que no digas nada.

Estaba disfrutando tanto de eso, un alfa suplicando a un omega era lo más entretenido del mundo y justo lo tenía como quería.

—Por supuesto que no diré nada, todo lo contrario, quiero ayudarte.— sonrío amablemente y solo así Jungkook suavizó su expresión, relajándose un poco —Quiero que mi gran amigo Yoongi sea feliz. Me han contado que desde ese "pez gordo"— hizo comillas con los dedos —no volviste a alquilarte para otra omega. ¿Qué piensas hacer sin tus clientas?

—Estoy estudiando para cuidar de mi omega y cachorros.

Jimin soltó una gran carcajada y Jungkook ya no estaba tan seguro de su amabilidad, de la persona que se presentaba frente a Yoongi, alguien casi inocente.

—Tu omega y cachorros morirán de hambre antes de que termines tu carrera— seguía burlándose, acomodando sus piernas sobre el sofá —aceptalo Jungkook, esta vida no es para ti, para nosotros. Estamos acostumbrados a las fiestas seis veces a la semana, sexo con diferentes personas cada semana, vivir sin todo eso ¿crees que sea posible para ti?

—Tengo que irme.— se levantó con el rostro serio, olvidando su respeto al omega de un principio.

Y realmente sin saber como sentirse al respecto.

Él también estaba acostumbrado a los lujos pero no al nivel de los Min, el pensaba utilizar el dinero de el contrato para comprar un auto... ¿vivir sin todas esas cosas que Jimin dijo? No le importaban, era lo de menos.


Lo que en verdad le preocupa, es ser suficiente para Yoongi.



Quería ser todo lo que Yoongi esperaba.






















Alfa en alquiler  [KookGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora