Sabes que estás mal cuando entregas tú amor a esa persona, sabes que saldrás herida, tú sabes lo mucho que vas a sufrir pero aún así te quedas y te quedas. Entonces pasa, sucede, le das todo, te entregas en cuerpo y alma y adivina qué pasará, se irá y sabes porque, porque él no es para ti, porque el daño, la manipulación ya está hecha, porque simplemente no le importas. Pasa el tiempo y te das cuenta de la verdad y como duele, fuiste expuesta, fuiste ilusa, inocente pero entenderás que ya no volverás a lo mismo, entonces te vuelves una persona sin sentimientos, sin ilusiones pero encontraras amores en tus pasos, un amor tan irreal, tan perfectamente imperfecto pero que ya no te va a doler cuando se vaya porque ese amor se irá y no lo volverás a ver, no volverás a saber de él, te alejaras y así sin más una historia termina. Entonces deseas volver a él tiempo y cambiar todo por esa persona, pero no no puedes, esa no es tú realidad y te enfocas en el presente. En la persona que tienes ahora pero esa persona es diferente, esa persona que hace sentir tan diferente, tan especial, tan mimada, tan amada pero de repente todo se torna negro y ambos podrán salir y sobrevivir, pero ya nada volverá hacer igual, se estarán construyendo por separado pero con un amor intenso, con unas ganas de estar juntos irreconocibles. Pero es ahí cuando debes de ser paciente y entender que todo es a su ritmo, sí corres chocas y al chocar tienes que descansar. Entonces esperas que las malas situaciones pasen para estar con esa persona, para verla y besarla y decirle cuánto lo amas. Pero tú sabes que si lo haces ahora, nada cambiará, él, ella te esperará. Créeme.
