Diecisieteava Carta

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R

Me siento feliz de haberte visto con ese hermoso vestido color amarillo
No tengo mucho que decir esta vez, solo... Que este día fue el mejor de todos
Te amo
Akane

Akane terminó de leer la carta, aun así se sentía feliz, ella también estaba muy feliz de haberlo visto, su sentimiento era tan indescriptible, ese día fue hermoso, tan irreal
Por fin convivió con su anónimo

A

Tus ojos brillan cuando me miras
Estoy tan feliz de haber convivido contigo
Nuestro último baile, todo a nuestro alrededor desapareció, solo alcanzaba a escuchaba lejanas voces, mis ojos se concentraron en ti, tenerte cerca me hace tanto mal que me satisface

Es loco enamorarte de alguien que no conoces, aun así no me arrepiento de haberlo hecho

Te amo
Ranma

-¡DIOS SANTO! - Seguía emocionado, ya habían pasado 4 horas desde lo ocurrido, desde que obtuvo la carta no la había dejado de leer

-Ya cállate Ranma. - Ryoga le aventó una almohada

-Shh tu cállate, me quitas mi valioso tiempo. - Le aventó la misma almohada

-Deja de emocionarte por algo tan insignificante, si, bailaste con ella ¿Y? ¿Qué de especial tiene?

-Es demaciado especial pero no lo podrías comprender porque tu cerebro no da para tanto. - Guardo la carta y la dejo enzima de su mesita

Ryoga se levantó al igual que Ranma, los dos se vieron por unos minutos y Ranma salió corriendo de su cuarto

-¡Ven aquí mocoso!

9 horas antes

-Akane gracias por ayudarnos.

-No hay de que. - Akane trataba de acomodar una flor de papel en la pared

-Me sorprende que hayas querido ayudar. - Dijo una de sus amigas

-¿Por qué lo dices? - Bajo de la silla y tomo otra flor

-Eres muy asocial, hasta con nosotras.

-Oh ya veo. - Bajo de la silla. - Ya terminé ¿Hay algo más por hacer?

-No, ya terminamos de decorar, puedes ir a divertirte. - Sonrió

-¿Están seguras?

-Por supuesto.

-Está bien.

...

-Yo no quería venir.

-No te pregunté Ranma, mamá quiere que salgas y te diviertas. - Lo jalaba. - Ya deja de hacer esto, ya no eres un niño.

-Pero yo no quería venir, este tipo de cosas me parecen aburridas.

-Te lo vuelvo a decir, no te pregunté. - Miraba al frente, muchos puestos de comida y juegos, el olor era exquisito y las risas de los alumnos no faltaba, una cabellera azulada captó su atención. - Mira, haya esta Akane.

-¿Dónde? - Se puso a lado de su hermano. - Dime ¿Dónde está?

-pues... La acabo de ver pero... Ya no se donde esta jajaja.

-Ahg, iré a ver.

-¿La vas a buscar? ¿¡Hablaras por fin con ella!?

-¡No! Solo... Quiero verla.

-Bueno... Yo iré a comer,adiós, nos vemos aquí mas tardar a la una.

-Sí, sí, ya adiós. - Camino hasta la  entrada de la escuela, buscandola. - ¿Dónde estás?

...

Ya eran las 12:30 de la tarde y el aún lo la encontraba

-La escuela no es tan grande. - Bufo, se encontraba en el techo de la escuela, miraba a todos sus compañeros divertirse. - Este idiota debió de haberla confundido. - Apoyo sus codos en el barandal. - Odio esto.

-¡AHG!

Grito una chica, volteo a ver de quien se trataba y se encontró a una chica de cabellos azules y vestido amarillo dándole la espalda

-Amm estas bien? - Ranma se acercó a la chica, tocó su hombro, la peli azul se dio la vuelta y los dos conectaron sus miradas

-¿Disculpa?

-¡A-Ah! Y-yo no, nada, yo, yo. - Alejo su mano de ella, sus pensamientos eran Corre huye de aquí CORRE pero sus piernas no se movían

-¿Pasa algo Ranma?

-¿T-Tu sabes mi nombre?

-Jajajajaja Claro que sí, eres mi compañero de clases.

-Ah cierto. - Ranma se puso incómodo, estaba actuando como un idiota

-Amm, quieres... Bailar? - Pregunto Akane ¿Enserio? Bailar? Como si ella fuera tan buena para ello

-Amm claro.

La música sonaba muy fuerte, tanto que llegaban a escucharla

Los dos se acercaron con timidez
La canción que sonaba era una balada romántica

Ranma puso su mano en la cintura de Akane y con la otra, tomó su mano
Akane subió su mano libre al hombro de Ranma

No quedaba mucho tiempo de que acabará la canción, no perdieron mucho tiempo y comenzaron a bailar, una danza torpe
Algunos jóvenes subieron para estar "a solas"  pero se quedaron parados en silenció viéndolos

Los dos jóvenes sólo se veían

...

-Te dije a la una.

Ryoga frunció su ceño al ver por fin a su hermano

-Disculpa pero nos dejaron allá arriba encerrados.

-¿Qué hacías allá arriba? 

-Cosas... Vámonos tengo hambre.

-Pues yo no, mamá nos dijo que comieramos aquí porque ella no haría de comer.

-Llévame a comer okonomiyakis.

-¿Tienes mucha hambre?

Ranma asintió, su estómago gruñó

-Ahg... Me debes dinero eh.

-Sí, sí, ya vámonos.

-Sabias que le gustas a la chica que trabaja allí.

-No me interesa, se que a ti te gusta.

-¿Qué?

-No te hagas que cada vez que la ves te pones todo idiota... Más de lo que estás.

-Ven aquí tonto.

Ranma se hecho a correr al puesto de okonomiyakis mientras Ryoga lo perseguía

Falta de Tinta rojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora