—¿Estas seguro amor?— pregunto con preocupación, su esposo llevaba más de tres semanas sintiendose mal pero por más que insistiera su Naruto se negaba rotundamente a ir al hospital por un chequeo médico.
—No te preocupes cariño hoy me siento realmente bien, además sabes que este día es muy especial para mi 'ttebayo.— sujetando las manos de su esposo le dedicó una de sus más sinceras sonrisas.— Me sentiría muy triste si no estoy presente, sabes que he trabajado muy duro por esto.
—El día en que te nombraran como el séptimo Hokage de la Aldea de Konoha.— no pudo evitar sonreír al decir aquéllo, él era muy consciente que este día era muy esperado por su esposo, después de todo era su sueño desde que era un niño y hoy se haría realidad.— Está bien amor pero quiero que me prometas que si te sientes mal me lo dirás inmediatamente e iremos por un chequeo al hospital.
—¡Exacto!—exclamo.— Es el día que me nombrarán como Hokage, no puedo faltar por nada del mundo; y te lo prometo te diré si no me encuentro bien durante la ceremonia.—dijo con su mirada de determinación. Y a él no le quedo de otra más que aceptar, solo esperaba que todo saliera bien.
—Bien tú ganas, entonces hay que darnos prisa o no llegaremos a tiempo.
Ambos se pusieron en marcha para terminar de arreglarse y así poder salir de su hogar.
El día estaba soleado muy pocas nubes adornaban el cielo, las calles se encontraban adornadas y repletas de gente, todo estaba listo para la gran celebración del día. Las personas vestían túnicas blancas y algunos tenían pancartas de apoyo, mientras esperaban a qué la ceremonia diera comienzo los aldeanos se encontraban paseando y disfrutando de los puestos de comida.
Cuando ambos llegaron a la torre hokage fueron directamente a la parte más alta dónde se podía observar toda la aldea al igual que a sus habitantes, además de que ahí en lo más alto se daría a conocer al nuevo Hokage. Divisando a lo lejos al antiguo sensei del moreno se encaminaron hacía él para poder dar los últimos detalles y por fin dar comienzo a la ceremonia.
—Kakashi sensei, Hokage sama.— ambos con una inclinación de respeto saludaron al mismo tiempo al hombre.
—Hola chicos me alegra que hayan llegado ya casi es hora.—dijo eso último mirando a naruto.
—Ya todo está todo en orden así que si da la autorización ya podemos iniciar.
Naruto se encontraba nervioso eso no podía negarlo pero al mismo tiempo estaba demasiado feliz después de años por fin el día había llegado. Desde pequeño esperaba poder crecer para convertirse en el protector de la aldea y que todos lo vieran desde arriba, él ya no era un niño débil y torpe, no, ahora era un adulto que estaba consiente de toda la responsabilidad que llevaba tomar ese puesto y estaba dispuesto a asumir las consecuencias.
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"Vida de casados + dos niños" ( En revisión)
FanfictionEs muy feliz en su matrimonio en la relación Naruto jamás le ha gritado o regañado... -¡Maldito vago ayúdame a recoger! Bueno algunas veces no lo hace pero igual es demasiado feliz al estar con el amor de su vida; ambos juntos sin ningunas preocupa...