Extra

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Acariciaba con dulzura la espalda de sus pequeños que se encontraban acostados a su lado, se sentía cansado, pero por más que intentara dormir no podía; seguía lamentándose la muerte del único amor de su vida.

Apenas había pasado 2 semanas desde que fue el funeral, en el cual solo asistieron personas cercanas incluso su madre regreso de las vegas para darle el adiós; algunos policías que lo conocían de mucho más tiempo asistieron donde dieron varias palabras. Todos hablaron diciendo algo de Shinichi más el no pudo decir nada, cada vez que intentaba decir algo un nudo aparecía en su garganta impidiéndole decir algo.

De alguna forma se sentía estancado.

Los niños se mantenían callados más tiempo, era como si hubieran perdido su luz. Aun recordaba los gritos que dieron cuando se enteraron de la muerte de su padre, fue demasiado difícil hacer que ellos se calmaran.

Kaito se rio con amargura. Incluso recordaba que él se desmayó, cuando despertó le dijeron que había sido por toda la presión, aunque eso no ayudo mucho, en su mente solo estaba que Shinichi estaba muerto. Aunque no se dejó caer, tenía que ser fuerte por los pequeños; aunque él se quería romper quería lamentarse y llorar hasta mas no poder.... No pudo hacerlo, no podía dejarse vencer tan rápido.

Yukiko le dijo que si quería que cuidaran de los niños para que él se tomara un tiempo solo se los dijera, todos estaban dolidos y más él. Ya había sido dolida su separación, pero se seguían manteniendo en contacto y eso era un alivio para ambos, pero ahora no era así ya que por más que el intentara hablar Shinichi ya no le respondería.

Kaito se oponía a alguna ayuda, por más que los demás quisieran ayudarlo en algo él siempre se negaba diciendo estar bien.... Cuando no lo estaba

Aoko se agarró una costumbre esas semanas, pasarse por afuera de la casa de Kaito con algo en manos, casi siempre siendo un postre, pero con el fin de subirle los ánimos a los tres. Chikage también se ofreció a ayudar a su hijo, pero se negó también.

Todos querían ayudarlo porque sabían que Kaito se estaba rompiendo por dentro. Los pequeños Hiroki y Toshio tampoco ayudaban en mucho, ellos solo estaban pegados a Kaito y no hablaban casi nada con los demás. Era comprensible, ellos tenían miedo de perder a otro padre.

🌸🌻🌸🌻🌸🌻

Al día siguiente alguien toco a la puerta de la casa Kuroba, aún era temprano para visitas. Al abrir la puerta se encontró con Yukiko y Yusaku los cuales también se veían cansados.

-Hola Kaito-kun ¿podemos pasar? - Intento sonreír ligeramente Yusaku.

El aludido solo se hizo a un lado dejándolos pasar, caminando asía la sala donde estaban los niños viendo una película sobre dinosaurios; ellos voltearon y al identificar a sus abuelos corrieron a abrazarlos.

Un silencio algo pesado se quedó en el ambiente, nadie se atrevía hablar incluso los pequeños se sentían un poco incomodos por lo que se despegaron de sus abuelos y fueron abrazar a su padre.

-No esperaba verlos por aquí- Con algo de pesadez los intento mirar a los ojos, más se dio cuenta que llevaban una caja en manos.

Los Kudo se miraron como si no supieran quien debían hablar primero.

-Bueno estamos preocupados por ustedes, no nos han devuelto las llamadas Kai-chan- Sonrió ante el apodo que uso Yukiko, aquel que le dio cuando lo conoció formalmente como pareja de Shinichi.

-Papá no se ha sentido bien- Hablo Toshio mientras tenía un pequeño puchero.

-No ha dormido creo- Lo secundo Hiroki mientras desviaba la mirada asía la tele intentando ver la película.

I miei grandi amori......Donde viven las historias. Descúbrelo ahora