De repente despierto, y qué raro, todo oscuro, con un único hilo de luz proveniente de una única ventana situada a pocos metros de mí, la luz de una farola, pienso.
Termino de levantarme de la cama cuando noto bajo mis pies mármol, mármol frío y húmedo.
No tengo ni idea de dónde estoy, no conozco esta habitación ni me resulta familiar.
Huele a sudor, huele como si entrases a una sala dónde están operando a alguien, sangre y sudor.. No sé, pero desde luego me entran náuseas y tengo la sensación de que voy a vomitar de un momento a otro.
Alcanzo unas zapatillas y me las pongo, me quedan grandes, tal vez un par de tallas, pero me da igual, no quiero andar más por este sitio con los pies desnudos.
Me acerco a la ventana y subo la persiana, en efecto, es una farola. Por lo que alcanzo a ver, todo el cielo está cubierto de nubes y la luz ilumina dos coches negros aparcados justo delante de este tipo de edificio.
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Alumnos Problemáticos
Teen FictionSoy Sophie, tengo 15 años, y me considero una niña problemática.