Querido yo:
Con la enfermedad de Sammy había aprendido que podía tener días buenos, días en los que me daba esa hermosa sonrisa suya que me alegraba el día, días en el que podía bromear y reírse, cuando el dolor era aceptable y podía ser él otra vez.
Y luego estaban esos días, los días en el que quisiera ser él para que no sufriera más, esos días en los que nada parecía resultar bien.
Hoy era uno de esos días.
Con cada quimio era peor.
Estar con él en ese pequeño dormitorio viéndole vomitar, con sus ojos cristalizado y su piel casi transparente era algo que no me gustaba ver.
Me limitaba a estar a su lado y tomar su mano para calmarle pero era él quien me clamaba a mí en realidad.
Me decía que estaba bien cuando no lo estaba, me abrazaba aunque eso le provocara doler y me sonreía para darme paz.
Así era él, aún sintiéndose terrible haría todo lo posible porque estuviera bien.
Firma Tanner.
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El chico que solía conocer
ContoA veces crees conocer a alguien tan bien que te asombras cuando descubres que no lo es. Siempre crees conocer a las personas con quien tomas clases, en mi caso el chico con el qué compartía clase de matemáticas, creí conocerle hasta que un día ese...