Eran solamente unos ordinarios muchachos solitarios, como todo los demás. Pero ellos creían con todo su corazón que en algún lugar del mundo vivía el muchacho 100% para ellos. Sí, creían en el milagro. Y ese milagro sucedió.
Pero, las indiferentes o...
Este especial, va dedicado a: KOOMINNATIONLOVERS 💛💙 Hermosas las amo. Gracias por el apoyo.
Una bella mañana de abril, en una callecita lateral del elegante barrio de Harajuku en Tokio, me crucé con el chico 100% perfecto.
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A decir verdad, era muy guapo, sobresalía de cualquier manera, su ropa era especial, tenía el cabello castaño como el mio. Era joven -debía andar alrededor de los 18-. Aún así, a quince metros sé que él es el chico 100% perfecto para mí.
Desde el momento que lo vi algo retumbó en mi pecho y mi boca quedó seca como un desierto. Quizá tú tienes tu propio tipo de chico favorito: digamos, los de caderas delgadas y definidas,o delicados dedos, o sin tener una buena razón, te enloquecen los chicos que se toman su tiempo en terminar su merienda. Yo tengo mis propias preferencias, por supuesto. A veces en un restaurante me descubro mirando al chico de alguna mesa, porque me gusta la forma de sus labios.
Pero nadie puede asegurar que su chico 100% perfecto corresponde a un tipo preconcebido. Por mucho que me gusten los labios, no puedo recordar la forma de los de él - rojos y gruesos, que tientan para ser probados-.Todo lo que puedo recordar de forma segura, es que era de gran belleza. Extraño.
Jungkook: Ayer me crucé en la calle con la chico 100% perfecto -le digo a mi amigo Namjoon.
Namjoon: ¿Sí? ¿Estaba guapo?
Jungkook: Bellísimo.
Namjoon: De tu tipo entonces.
Jungkook: No lo sé. Me parece que no puedo recordar nada de el, la forma de sus labios o sus curvas definidas.
Namjoon:Raro.
Jungkook:Sí. Raro.
Namjoon: Bueno, como sea -me dice ya aburrido-¿Qué hiciste?¿Le hablaste?¿Lo seguiste?
Jungkook: Nah, sólo me crucé con el en la calle. El caminaba de este a oeste y yo de oeste a este. Era una bella mañana de abril. Ojalá hubiera hablado con el. Media hora sería suficiente: sólo para preguntarle acerca de el misma, contarle algo acerca de mí, y -lo que realmente me gustaría hacer- explicarle las complejidades del destino que nos llevaron a cruzarnos uno con el otro en esa calle en Harajuku en una bella mañana de abril en 2019. Algo que seguro nos llenaría de tibios secretos, como un antiguo reloj construido cuando la paz reinaba en el mundo. Después de hablar, almorzaríamos en algún lugar, quizá veríamos una película de Woody Allen, entrar en el bar de un hotel para unos cócteles. Con un poco de suerte, terminaríamos en la cama. La posibilidad toca en la puerta de mi corazón. Ahora la distancia entre nosotros es de apenas 15 metros. ¿Cómo acercarme? ¿Qué debería decirle? -Buenos días, ¿podría compartir conmigo media hora para conversar?
