La sociedad no entiende al adolecente.
No entiende lo diferente y le da miedo lo que no entiende.
Lo tachan prejuiciosamente con una palabra.
Y esa palabra lo va a perseguir siempre
Lo va a destruir.
Algunos la vecen y siguen.
Otros la dejan estar con ellos y siguen con esa palabra a sus espaldas.
Y a otros los consume y los mata.
La sociedad mata al adolecente.