Si te vas ahora, no vuelvas, no te atrevas a hacerlo. No habrá vuelta atrás, si te vas que sea como las manecillas del reloj, nunca pueden retroceder, sino, harían virar el tiempo, y eso es imposible. Si te vas, sé como la lluvia que no puede volver al cielo, que cuando cae no hay Dios que la levante, así como ella, no quiero que regreses. Que esta vez sea la definitiva, no te estoy diciendo que quiero que lo hagas, pero no puedo seguir viviendo de mentiras, en un bucle del que intento salir pero cada mañana en la que amanezco a tu lado hace que me arrepienta, y me quede en él, repitiendo cada momento, sin un final. Te he querido muchas veces, y esta no será la última, pero si será diferente. Vete porque así lo deseas, porque ya no es a mi a la que quieres a tu lado, porque el roce de mi piel ya no te provoca ningún gozo. Porque ya las noches no tienen sentido si son conmigo. Porque tu tiempo no se detiene cuando me besas y tus hoyuelos no salen cuando sonríes. Por favor, no te quedes por lástima, lástima tengo de mi misma, y no quiero que lo hagas. Ambos sabemos que ya no es lo mismo, que por mucho que intente revivir esos momentos en los que desbordabamos felicidad, en los que con mirarte ya sabia lo que querías y en los que buscabas mis ojos en cada calle de la ciudad, esos momentos, no volverán. A veces pasa, no me quejo, fui feliz, es lo que me mantiene en pie cada día, y sé que me quisiste, y que me quisiste mucho, pero las personas se cansan, pierden el interés o simplemente... cambian.
Por eso vete, y ya no vuelvas, yo estaré bien, prometo escribirte cada vez que pueda, es la última vez que te quiero, pero lamentablemente, la penúltima que te espero.
