ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 1

553 31 9
                                    

Era hora de cerrar el club.

Después de una larga noche, necesitaba ir a dormir.

No era raro ver a la hora de cerrar algún ebrio que perdió la conciencia, así que no me sorprendió ver a un chico dormir con la cabeza sobre la barra, tan cómodo como si fuera su propia cama.

Me acerque a él para despertarlo, y me sorprendió ver a un chico demasiado joven, tenia una cara angelical, largas y tupidas pestañas y una cabellera rubia que sujetaba en una coleta corta.

—Chris, ¿Que hace él aquí? -Pregunté al unico trabajador que tenia

Chris era con quien compartía la barra, él también era barman, y si yo no le serví nada de alcohol a un menor de edad, sabía perfectamente quien lo había hecho.

—¿Mm..? -Estaba alistándose para irse, y volvió su vista hacia mi sin mucho interés —Oh, hablas de él. -Una pequeña sonrisa se formó en su rostro, —Me pago unos billetes de mas, así que no pude negarme a darle lo que quería.

—Te e dicho miles de veces que...

—Lo se -Me interrumpió —Nada a los menores de edad, señor reglas -Hizo un ademán restándole importancia.

—¿Que haremos con él? -Pregunté rendido.

Querer hacer entrar en razón a Chris, era algo absurdo e imposible.

—Ya terminó mi turno -Dijo encogiéndose de hombros —Tengo una cita con Masumi, así que suerte -Salió del club dejándome al niño rubio.

Me acerque al chico inconsciente y tomé algunos mechones rebeldes que se salían de su coleta, para ponerlos detrás de su oreja e hizo una pequeña mueca divertida, en verdad era lindo.

La puerta se habrío estrepitosamente haciéndome pegar un brinco lejos del chico.

Fue Chris quien asomo la cabeza, y sonrió como diciendo atrapado.

—Oh, y no le hagas nada pervertido. -Dijo divertido para volver a salir.

Chris era molesto, pero su carisma y sociabilidad era muy atrayente para las personas del club

Cargue al chico para acostarlo en un pequeño sofá, tendría que quedarme con él hasta que despertara.

No sabia que podía hacer, no podía echarlo en ese estado, y parecía dormir como una roca, me volví timido para revisarlo para ver si tenía algo para contactar a alguien por él.

Me hice un lugar con él, tenia mucho sueño, no tarde en caer dormido también.

—¡Bastardo!

El grito del rubio me hizo despertar.

—¡Escoges al cerdo! ¿Por encima de mi? -Seguía balbuceando.

Hablaba entre sueños, y parecía muy enojado, en un momento su semblante cambio a uno de tristeza y en verdad me hizo sentir mal,

—¡Pudrete, Viktor!

Todo su enojo se descargó en un puñetazo al aire, uno que impacto en mi rostro.

Demonios que tenia una fuerza descomunal, seria un milagro si no se me hinchaba la mejilla

—Maldito cerdo...

Su voz se quebraba, de nuevo estaba triste.

Me hacia sentir mal verlo de esa manera, así que decidí intentar despertarlo.

—Ey, despierta -Lo movía levemente  —Sera mejor que te vayas ahora.

Abrió los ojos perezosamente y pude ver unos hermosos ojos color verdes azulados, mas se cristalizaron apenas me vieron.

ₑₗ ₙₒᵥᵢₒ dₑ ᵣₑₛₑᵣᵥₐDonde viven las historias. Descúbrelo ahora