UN VIAJE AL PASADO

Dieciséis

Los tres ya se encontraban en la casa del ojos rasgados, Juan se fue a la habitación donde siempre dormía cada vez que se quedaba.

Akim ya se iba ir a su oficina cuando la mano de Víctor cogió la de el haciendo que se detuviera.

Ammm...esto...Akim..tengo que...decirte algo- comenzó hablar Víctor.

Dime-

Vamos a ser papás-

Y Akim se desmayó.

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Los cuatro niños aterrizaron en mitad del amplio salón de la casa justo en el preciso instante que Roberto entraba.

¡APAAAA!-

Casi se desmayó al ver a sus hijos otra ve de vuelta.

¡Mateo, Alex, Gael, Ian!-

Abrazándoles, el mayor confesó:

Os hemos echado mucho de menos-

¿Pero dónde...donde estaban?-

Hemos estado con papá y contigo de jóvenes- respondió Alex- no veas lo serio, gruñón y malo que era papá-

¿Cómo le aguantabas?- indagó Mateo sonriendo.

Pues a mi acabó por gustarme...¡Aa y le mande que no fuera malo contigo!- apremió Gael alzando su índice.

El ojos negros sonríe al oírles hablar como si de adultos se trataran cuando oyeron la puerta abrirse y una voz grave pero con tintes de pesar decir:

¿Roberto? Soy yo, no voy a comer en casa he quedado con Akim para ver si encontramos la forma de traer a los niños de vuelta...-

Al darse  vuelta, el más alto casi sufre un shock de la sorpresa

No creo que haga falta que busquen como traerlos de regreso- río el ojos negros.

Dando pasos lentos y vacilantes, Barca se aproximó hacia el más bajo y los cuatro niños que creía que iba a volver a ver nunca más.

¿So-son reales...o estoy...soñando?-

La respuesta fue notarlos abalazárseles al tiempo que le llamaban una y otra vez.

¡PAPÁ, PAPÁ, TE HEMOS ECHADO MUCHO DE MENOS!-

Rodeándole con los brazos, Barca hundió el rostro en sus cuellos.

Papá, no me gusta lo que voy a decirte pero tienes que saberlo-

Quien hablaba así no era otro más que Gael.

Soy todo oídos Gael- se aguantó la risa Barca.

Has tratado muy mal a Apa y no me ha gustado saberlo- Gael hizo un puchero- Pero...luego me ha gustado mucho ver que si lo querías...y dormir con vosotros...después de que jugarán creo que al pilla pilla, claro, que por cierto ¿Por qué no jugáis con nosotros al pilla pilla?-

Barca buscó ayuda por parte de Roberto quien prefirió evadir el tema.

¿Al...pilla pilla? Aaa, vera Gael es que...Apa y yo jugamos a otro tipo de pilla pilla- explicó más colorado que los tomates.

Aaa- y el niño quedó conformé.

¿Y por qué para encargar bebés tú y Apa se quitan la ropa?- pregunto sin vergüenza, Alex.

Ambos desearon en ese momento que la tierra se abriera debajo a sus pies y se los tragara.

Eso no tendrían que saber tú aún- aseveró Roberto- ¿Se puede saber quién dientes te lo ha dicho?-

Eeyyy, ¿Alguna novedad sobre los niños...-

Mario traspaso la puerta quedándose a cuadros al ver a los niños sobre Barca y a éste en el suelo.

¿¿Dónde estaban??-

El se lo dijo a Gael cuando tío Juan y tío Víctor nos llevaron al loft y los vimos dentro dos y...haciendo unos ruidos muy...raros- explicó Mateo señalando a Mario.

Barca empezó a enfurecerse.

Quitándose a sus hijos de encima se levantaba muy lentamente a la par que de baja ver unas cuantas venas hinchadas en su frente, cuello y manos.

Uy, qué pasa- se extraño Mario.

Inclinándose hacia el, Roberto dijo casi en susurros:

Mario, yo que tu empezaba a correr-

¿Yo? ¿Por qué?-

La respuesta no se hizo esperar....

..

¿¿PERO QUÉ HE HECHO YO AHORAAA??-

¿¿Y TE ATREVES A PREGUNTAR?? GRRR, TE VOY A MATAR-

¡SOY INOCENTEEE!-

Desde la puerta, con Ian en brazos y los tres niños a sus lados, Roberto veía a ambos corriendo el uno detrás del otro.

Vaya par de tontos-

Son divertidos- río Mateo

Muy bien señorito, tú y yo vamos a tener una charla sobre no volver a coger lo que no debes- respondió Roberto mirando al niño.

¿Lo....siento?-

Mateo puso la mejor de sus sonrisas y una carita de cachorro abandonado a su padre

Ooo, no me vas a ablandar con esa carita-

Volviendo mirar a Barca y a Mario claudicó:

En cuanto tu padre y tu tío terminen de su juego hablaremos pero mientras acaban ¿Quieren algo de comer?-

¡Tortasss!-

Pues...¡Tortas serán!-

Y dejando a ambos adultos en sus bolas, Roberto entro en la casa con los niños.