Capitulo 2: "La Conozco.."

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La noche vino hacia mi como si yo fuese su imán, y con ello mi desesperación por salir. Vestía esa chaqueta negra que tanto me gustaba, con un t-shirt Aeropostale rojo, un pantalón de mezclilla entubado azul y unos Pumas Ducati negros con lineas rojas.

—¡Kenneth!
Rob había llegado.
Bajo las escaleras y salgo hacia afuera para encontrarme con un Rob casual. Con camisa azul Aeropostale, unos vakeros y unos zapatos azules de vestir.

—¿Qué paso? ¿Ya nos vamos? —exclama.
—¿No que a las 7? —le reclamo— Llegas muy tarde.
—Discúlpame, no me dejaron tomar el auto, así que se los robe a mis padres un rato de todas formas.

De repente, mis vecinas pasan frente a mi, y alguien mas que no conozco va con ellas. No me intereso mucho.
—Mejor vamos a la tienda, tengo ganas de un cigarro. —le digo.
—Bien, yo también quiero uno.

Camino en dirección a la tienda con Rob. El me platica algo pero no le presto atención, me quedo perdido en mi propio mundo. De repente, aterrizo bruscamente en la tierra al ver que me aproximaba a la tienda. Llego y veo a la chica haciendo el pedido con mis vecinas. La observo: me parece perfecta, al menos para mi; pelo largo castaño levemente ondulado, ojos color cafés oscuros, piel caucásica, labios rojos besables.
En un instante, intercambiamos miradas. Me mira. La miro. Quita la mirada a otro lado y la sigo mirando. Ella me mira otra vez de reojo. Saludo a mis vecinas como lo hago normalmente. Rob también hace lo mismo. De repente una de ellas me dice que la chica es prima de ellas.
—¿En serio? —exclamo.
—Si. —responde la chica.
Mi vecina retira su pedido, pero no se marcha. Se quedan como si esperaran algo mas. Aprovecho y pido los cigarros, y nos despachan con gran velocidad, tanto, que agradezco al cielo por ello. Las chicas comienzan a retirarse y yo voy detrás de ellas. La chica desconocida va detrás. Rob comienza a platicar con mis vecinas mientras que yo me acerco a aquella chica con intenciones de conocerla.

—¿Cómo te llamas? —pregunto con curiosidad.
—Emma —responde con pocos ánimos.
—Mucho gusto, soy Kenneth. ¿De donde eres? —pregunto tratando de mantener la platica.
— Soy de Guadalajara.
—Ah que bien.. —digo quedándome con la mente en blanco.
—Sí. Acabo de llegar —agrega «a mi suerte» pero con pocas ganas.
—¿En serio? ¿Cuánto te vas a quedar?
—Unos días.
—Genial. A ver cuando salimos. —digo sin ocultar el entusiasmo.
—Oye, tenemos que irnos. —murmura Rob— Se nos hace tarde.
—Ya se, deja me despido. —le respondo.

Me acerco a mis vecinas y me despido de ellas con un beso en la mejilla. Luego me acerco a Emma y le sujeto levemente la cintura, y le doy un beso en la mejilla, un poco mas hacia la boca, pero no tan notorio. Un «Nos vemos luego» se me escapa y todos se quedan viéndome. Emma, perpleja, se queda sin voz y se limita a responderme con la mirada. Me alejo lentamente hacia mi casa, mientras la imagen de sus ojos se queda grabada en mi cabeza.

—¿Que fue eso? —pregunta Rob perplejo.
—¿"Que fue" Qué? —le digo.
—Pues eso. La forma en la que te despediste de esa chica. ¿Como dice que se llama?
—Emma. —respondo sin evitar contener la sonrisa en mi rostro.
—Sí, Emma. No te me vayas a enamorar. ¡Por favor! —dice en forma de suplica— Si no, ya no estarás soltero y echaras todo a perder.
—No te preocupes. —le respondo tranquilizandolo— No pasara.

Subimos al auto y Rob conduce hacia la fiesta. Es algo estúpido, pero es mi amigo. Su mayor miedo es no tener a alguien que lo acompañe a las fiestas. Y lo comprendo.
Mientras vamos camino a la fiesta, no logro borrar el rostro de Emma de mi mente. De la nada me llega a la mente la imagen de la chica con la cual me he estado soñando últimamente, y me doy cuenta de que son idénticas. ¿Porque ella y la chica con la que tanto he soñado son tan idénticas? ¿Porque sus dulces ojos cafés oscuros son tan hipnotizantes? No lo se, pero sea como sea, debo conocer mas a esa misteriosa chica.

La fiesta pintaba excepcional, mientras que yo seguía perdido en mi mundo. Tal parece que las hormonas y el humo del cigarro encontraban la forma de coexistir en el aire. Era una fiesta de ligue, una fiesta para tener sexo y drogarse. Me parecía perfecto, pero algo dentro de mi me decía que me aleje de allí, que me fuera tan lejos como pudiera y que nunca mas volviese a estas cosas. Y de repente todo lo que quería era irme a casa.

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⏰ Última actualización: Dec 12, 2014 ⏰

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