16 de abril [RavnHo/YoungHo]

20 de abril

Keon Hee salió de sus clases, sin mucha prisa.

Aún se sentía algo triste por lo sucedido pero; por más que lo intentaba en la escuela, le era imposible dejar de pensar y llorar por Seo Ho. Lo intentaba pero el chico, que alguna vez fue su mejor amigo, llegaba de nuevo a su mente y ese día no fue la excepción: en clase de gimnasia, el chico había dicho "Seo Ho, ¿viste cómo anoté ese gol?". Y recordó la dura realidad cuando volteó y no lo vio.

Trató de distraerse, miró a su alrededor y vio a Yeo Hwan Woong frente aquella repisa; que habían puesto hace pocos días, con las fotografías de los estudiantes que perdieron la vida en el accidente.

Keon Hee deducía la razón de que el chico estuviera frente aquel objeto, llorando con la cabeza agachada pero, de todos modos, se acercó tímidamente hasta él.

—Hola —realmente no sabía que decirle. Las pequeñas frases que aparecían en su mente eran: "Veo que tú tampoco fuiste a la excursión" o "Young Jo era un gran chico", pero no iba a decir eso. Al menos esperaría un poco para decir lo segundo.— ¿Cómo te sientes? —Sí, eso sonaba menos agresivo... Si es que podía llamarlo así.

—Sigo sin poder creerlo —murmuró y Hwan Woong se apresuró a limpiar su rostro para luego mirarlo—, oh, eres el amigo de aquel chico.

—¿Uh? —Keon Hee parpadeó un par de veces con confusión. Haciendo que el chico de baja estatura riera un poco.

—Sí, ya sabes. El chico de cabello negro y ojos pequeños —hizo una pequeña pausa—, aquel del que Young Jo estaba enamorado —su tono de voz fue bajo pero lo suficientemente audible para el otro.

Al escuchar eso, Keon Hee se sorprendió. No esperaba que Young Jo igual gustará de Seo Ho, así que se apresuró a abrir su mochila para; luego, buscar aquel diario que uno de los profesores le había dado al saber que, dicho objeto, le había pertenecido a Seo Ho.

El chico mordió ligeramente de su labio inferior, dudaba un poco en darle el objeto al de baja estatura pero luego se preguntó: ¿Por qué él no debería saberlo? Después de todo, había conocido al que alguna vez fue el "amor imposible" de su mejor amigo y, sin dudarlo, se lo ofreció.

—¿Qué...?

—Era de Seo Ho —comenzó a explicar—. Él escribió varios pensamientos y cartas para Young Jo ahí, además tenía pensado dárselas el día que... Ya sabes. —Hubo un breve silencio entre ambos y, con algo de vergüenza y timidez, Hwan Woong tomó aquel cuaderno entre sus manos—. Sé que no eres él pero eres una de las personas que convivieron con Young Jo, así que... Cuídalo. —Suplicó.

Hwan Woong miró el objeto y luego al chico.

—Lo haré. Prometo cuidarlo —sonrió de manera algo débil pero sincera.

Escuchar eso fue suficiente para Keon Hee, quien; al final, decidió que era momento de ir a casa.

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Bueno, este ha sido el final de esta historia corta y pues... En verdad, espero les haya gustado 🤧