17.

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ʟɪᴢᴢʏ

Estaba en la escuela, haciendo prácticamente nada, como un normal y muy aburrido día. Alto ¿Qué día es hoy? Prendí mi celular viendo que era miércoles y después de ver la hora lo guardé otra vez, era miércoles y faltaban 5 minutos para que se terminara esta clase y pudiera irme de este salón a comer, cuando toco el timbre guardé mis cosas en mi mochila mientras el profesor de química seguía hablando sobre la tarea que iba a dejar, cuando dijo que podíamos salir fui de las primeras en pararme para irme, lo que opino que fue una mala decisión porque todos se empezaron a empujar en una bola de estudiantes desesperados y yo estaba ahí, en medio de todo eso.

Ya estaba pensando en mi fin y en que ya nunca iba a volver a ver a mi familia, cuando me agarraron de la muñeca y me jalaron para salir de ahí, cuando estuve afuera ví como todos se empujaban de la misma forma pero con la puerta que da a la cafetería, así que como la persona lista que soy saqué un paquete de galletas de mi mochila y agradecí mentalmente a mi mamá por meter eso ahí, luego voltee a ver a quien sea que me había sacado de ahí para agradecerle pero, oh que suerte la mía, era Mattia y yo sigo enojada con él, así que me solté de su agarre y caminé al patio, en el que solo había un par de personas, me senté en una de las bancas con mesita y empecé a comer mis galletas de manera tranquila hasta que Mattia se sentó a mi lado.

-¿Me perdonas? -preguntó nada más sentarse.

-No.

-Tengo algo para tí -seguí comiendo mis galletas mientras fingía que no me interesaba nada de lo que decía hasta que sacó un topper de su mochila-. Te lo manda mi mamá.

-No vas a comprarme con lo que sea que hay a... -Mattia abrió el topper y ahí había galletas con chispas de chocolate- ¿Las hizo tu mamá?

-Sí, le dije que te habías enojado conmigo y me obligó a ayudarla a hacer galletas -dejé mi paquete de galletas de lado y empecé a comer las que me había dado él-. ¿Ahora sí me perdonas?

Asentí con la cabeza porque tenía la boca llena de galletas y Mattia agarró una de las que quedaban en el topper, unos segundos después llegó Kairi y cuando nos vió se sentó enfrente de nosotros.

-Hasta que los encuentro, no soporto ver a Alejandro y a Amelia juntos, o sea, se ven bonitos y estoy feliz por ellos pero son bien empalagosos los d... ¿De quién son esas galletas? -Kairi preguntó, interrumpiendo su discurso sobre Amelia y yo me apunté a mi misma, que seguía con la boca llena de galletas- ¿Me das una?

Asentí y agarró una, Mattia también y nos quedamos así un rato hasta que tocó el timbre, guardé las galletas en mi mochila y caminé a la clase que me tocaba al lado de Mattia, al entrar al salón me senté en un banco cerca de la puerta, Mattia se sentó atrás de mí y como el profesor no venía nos pusimos a platicar.

-¿Y si se quedan a dormir en mi casa hoy? -me preguntó mientras escribía algo en su celular, me asomé a ver qué escribía y le estaba hablando a Kairi para preguntarle lo mismo- ¿Crees que te dejen?

-Es miércoles. No nos podemos dormir tarde, mañana hay clases.

-¿Eso que tiene que ver? -me enseñó los mensajes de Kairi en su celular- Kairi dijo que él si va y que Alejandro dijo lo mismo.

-Le voy a preguntar a mi mamá a ver qué me dice.

Luego de decir eso entró el profesor a dar su clase y unas dos horas después estaba caminando con Kairi a mi casa, Mattia se había ido primero, Alejandro fue a acompañar a Amelia y me quedé sola con Kairi, entonces decidimos caminar juntos ya que vivimos cerca, saqué el topper con galletas que me había dado Mattia, todavía le quedaban 2 así que le di una a Kairi y la otra me la comí yo, todo el camino se fue quejando de que él iba a ser el último en conseguir novia y empezó a dramatizar todo.

-Lizzy, ¿no entiendes la gravedad del asunto? Voy a ser el único que no va a tener novia, me voy a quedar solo ¿si entiendes eso? ¡Solo!

-Creo que estás dramatizando, Kai. No vas a ser el último, Robert no tiene novia, Roshaun tampoco y a Álvaro solo le gusta una chica, de que le guste a que se hagan novios hay algo de tiempo de diferencia.

-¿Cuánto tiempo?

-No sé, primero tienen que hablar más, conocerse bien, luego empiezan las citas y varias citas después, cuando sientan que es la persona correcta, se hacen novios.

-Lizzy, suenas como toda una experta en el amor -me pegó ligeramente en el hombro y yo le pegue también mientras él se reía-. ¿No tendrás un novio escondido por ahí?

-Sabes que no, a mí me gusta Mattia. Y sobre ser una experta en el amor, según tú, hay una respuesta simple para eso -hice una pausa dramática y me miró ansioso por mi respuesta-, y es que soy una crack, soy genial, me amo.

-Wow, que gracioso, jaja mira como me río -dijo sarcástico y me miró mal-, pensé que ibas a decir algo serio, Lizzy.

-Ya, ya, no te enojes Kairi.

-Hemos llegado a tu humilde casa. Vete, shu -iba a entrar a mi casa pero me detuvo-. Alto, no. ¿Vas a ir a casa de Mattia?

-Le voy a preguntar a mi mamá, más tarde te digo.

Asintió y se fue, así que entré a mi casa y aventé mi mochila al lado del sillón, entré a la cocina a tomar agua y ahí estaba mi mamá pero estaba todo oscuro.

-Hola mamá. ¿Por qué está tan oscuro aquí?

-Lizzy, ¿me puedes ayudar a cambiar el foco? Se fundió.

-¿No se alcanza con la silla? -le pregunté y negó, me subí a la silla y efectivamente no se alcanzaba- Papá es el que hace esto ¿dónde está cuando lo necesitamos?

-Trabajando -dijo mi mamá obvia y me subí a la mesa con cuidado-. Lizzy, no te vayas a caer.

-Lo dices como si quisiera caerme por mi cuenta, tranquila mamá, tengo esto bajo control.

Quité el foco y se lo dí, luego me dió el que si servía, lo puse, me bajé de la mesa y prendí la luz.

-¿Ves? Lo tenía todo bajo control. Oye mamá, aprovechando esto ¿puedo ir a casa de Mattia y quedarme a dormir?

-Llama a tu papá y pregúntale -me dió su teléfono-. Si te dice que puedes ir entonces vas.

Tomé su celular y llamé a mi papá, cuando contestó le pregunté si podía ir a casa de Mattia y quedarme a dormir, a lo que aceptó, luego me colgó, le dije a mi mamá que mi papá había dicho que sí, luego comimos, arreglé mis cosas y una hora después salí de mi casa con mi mochila de la escuela y mi mochila con ropa.

𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃𝐒, mattia polibio (editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora