Parte Única.

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Tres meses atrás se la había concedido a Chuuya que viajara a Francia, específicamente a Burdeos, para que creara un vinculo con la Mafia francesa y así extender los horizontes y tener mas poder en las manos de la organización como en el jefe.

Chuuya duró un poco mas de tiempo en el lugar, por compensación por un buen trabajo y con tiempo de sobra, por lo que el pelirrojo decidió visitar lugares a los que en otras ocasiones no había tenido el tiempo suficiente de visitar.  Caminó y observó todo el día la ciudad en la que se había dado su misión, pues aunque estuvo en el lugar no pudo prestar atención a nada que no fuera parte del trabajo.

Paseó por las rutas del vino, visitó museos y caminó por los extensos parques de la ciudad portuaria y por ultimo visitó la catedral de Notre Dame.

Al regresar al hotel donde se hospedaba se vio preocupado, pues a pesar de que estuvo mucho tiempo en el lugar extranjero solo llevó una maleta grande para su ropa, y tras pensarlo unos minutos y deshacer la maleta unas veinte veces, no vio la forma en la que las cinco botellas de vino cupieran por completo en el lugar sin que tuviera que sacar alguna prenda. Tendría que comprar otra maleta si quería llevar todo ese alcohol a Yokohama.

El sonido de notificación resonó por la habitación, indicándole que había llegado un mensaje en el chat. Sacó el aparato del bolsillo de su pantalón y lo desbloqueó. Abrió el chat y se llevó una sorpresa de la que ni siquiera se acordaba.

Anne-san
Aquí ya es media noche, cariño.
Feliz cumpleaños, Chuuya. Espero puedas disfrutarlo aunque yo no esté allí como todos los años anteriores.

Gracias, Anne-san.
Voy a hacerlo, y a pesar de que no estás a mi lado en este momento siempre estas conmigo de alguna manera.

¿Qué haces levantado tan temprano? Si no estoy mal, puedo decir que allá son las cuatro de la mañana.

Mi única excusa es la costumbre.

Tomate tus días libres en serio. Descansa y aliméntate lo suficiente. Después hablamos, cariño. Debo ir con Ougai-dono.

Buenas noches, y gracias otra vez.

Ya no recibió mensaje, por lo que guardó el aparato en el cajón de la mesita de noche que estaba a un lado de la cama y arregló de nuevo su maleta. A medio día iría a comprar una nueva para las botellas de vino y si tenia suerte, comprar algo mas que llamara su atención.

Cuando amaneció decidió salir a desayunar a uno de los restaurante que había visto el día anterior y llamó su atención.

Al estar sentado en la mesa ordenó un café y una rebanada de pastel. Debía de felicitarse a sí mismo. 

Después de terminar su desayuno, pagó al cuenta e ingresó a una biblioteca que estaba frente al restaurante. No tenía el tiempo suficiente para leer un libro gracias al trabajo, pero cuando lo tenia en sus manos debía de tener un libro que valiera la pena, al menos que cumpliera con las expectativas que él buscaba en tal objeto.

Optó por pasear por el pasillo de historia, no era admirador de tal ciencia, pero en los últimos días estuvo pensando que debía de tener al menos algo de lo básico de la historia universal, algo que en verdad le interesara, pues si leía algo que no era de su interés no entendería nada y se aburriría. Eso era lo que Akutagawa le había dicho cuando le preguntó sobre alguna recomendación.

Muchos libros eran enciclopedias casi del doble de él, tampoco quería exprimir su cerebro.

Ante sus grandes ojos zafiro un libro de ¨asomó¨, era una saga por lo que había leído en la descripción trasera del objeto. La saga Völsunga: con la saga de Ragnar Lothbrok. Según entendió era una saga de historia nórdica sobre los vikingos y la guerra que hubo contra ellos por varios años por los otros países de Europa. Lo iba a comprar solo por mera curiosidad.

Al llegar el medio día compró la maleta que tenía planeada y regresó al hotel. Debía de acomodar sus cosas para marcharse al día siguiente

Leyó el libro lo que restó de su tarde, acompañando su lectura con una copa de vino y algunas golosinas que compró en el camino a su habitación.

A pesar de que su día fue calmado y de alguna manera se divirtió haciendo lo que él en verdad quería, todo el día su mente estuvo recordando a una persona en general.

Cuando ambos estaban en la mafia y eran mas jóvenes, lo dos, aunque no se llevaban del todo bien, en los cumpleaños siempre se felicitaban y una que otra vez se regalaban algo que aunque no les gustara del todo, ponían la mejor cara.

Hacía cuatro años que no le veía la cara al bastardo, pero en su cumpleaños siempre le escribía un mensaje felicitándolo aunque no supiera si seguía usando el mismo numero de teléfono o solamente lo ignoraba. Aunque pasara el tiempo siempre lo consideraría un amigo.

Confió en él aún cuando su vida corría peligro mas de una ocasión por culpa de su propia habilidad. Confió en él cuando de unió a la organización a pesar de que quien lo reclutó fue Mori y Ozaki.

Lo podía seguir considerando un compañero, ¿verdad?

Revisó la hora en su teléfono: 12:58 AM. Al parecer aquel libro si había sido de su agrado.

Acomodó el objeto en la mesa a un lado de su teléfono y se acomodó en la cama para poder dormir e ir temprano al aeropuerto para no perder el vuelo a casa.

Cerró los ojos dispuesto a descansar y si era buena su noche, soñar algo bueno.

El ringtone de su teléfono se escuchó por toda la habitación, haciendo que casi se cayera de la cama por el maldito susto que se llevó. Revisó la pantalla, numero desconocido. Supuso era de alguno de sus subordinados, nunca los agendaba, debía de hacerlo, así no pensaría que lo iban a secuestrar.

-Mas vale que sea de vida o muerte o voy a colgar.- Contestó mal humado a quien había interrumpido su hora de sueño.

-Ya que se trata de ti, enano, muy probablemente se trate de muerte ya que eres un año mas viejo.- Aquella voz nunca la olvidaría ni aunque le lavaran el cerebro.

-¿Qué quieres, maldito bastardo? ¿¡Y como conseguiste mi número!?

-Tengo mis contactos. ¡Vamos, Chibi! ¿Cuantos años cumples? ¿5, 6? ¡Oooh, ya sé! ¡10!

-Los mismos que tú, bastardo. ¿Qué quieres? Voy a colgar, es la una de la mañana y tengo cosas que hacer temprano. Adiós.- Cuando separó el dispositivo de su oído solo escuchó como Dazai le rogaba para que no colgara la llamada.- ¿Qué quieres?

-Feliz cumpleaños, Chuuya.- Y Dazai fue quien colgó la llamada. Chuuya volvió a revisar la hora: 1:01 AM. 

Ya había pasado su cumpleaños, pero la intención es lo que cuenta, ¿no?

Devolvió el teléfono a su lugar y se volvió a acomodar en la cama para nuevamente intentar dormir.

Gracias, Dazai. Pensó antes de caer en el sueño.

Tecnicamente, creí que no lograria terminar de escribir el especial de Chuuya. Aunque tengo dos dias para poder hacerlo, pero entre hoy y mañana quiero hacer un dibujo de él y el Chuuya de Bungou to Alchemist.

Feliz cumpleaños, enanos. Los amo a los tres.

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Feliz cumpleaños, Chuuya. (Bungou Stray Dogs - Soukoku) One-ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora