El Precio de mirar fijamente.

Encuentro.

"¡Los ojos que brillan en la potestad de la incomparable noche son la ventizca necesaria para que podamos respirar hermanos! Es por eso que los invito a convertir esta noche en la invaluable prueba de rebelion para la perversa luna" -Dijo alegrado ese ser.

Se levanto en medio de un parque, apenas joven y apenas creciendo se encuentra la cordura cuando se cometen las atrocidades jamas pensadas, la conciencia de un niño errante de pecados los lleva a encerrarse en una burbuja tan fragil, es precisamente por la idealización de esa burbuja que todo a su alrededor se convierte en una pesadilla cuando tocan la frialdad del piso.

Un choque directo con la realidad. La sinestesia perfecta para un puente entre lo real y lo que la mente percibe sin ser físico. Sus ojos se abrieron y ya no estaba en el parque. De pronto el silencio se desmoronó.

-¡Bello durmiente! -Grito una voz después de soltar una cubeta de agua en la cara del chico-. Es hora de despertar, tenemos cuentas pendientes y no tengo mucho tiempo.

-¿Dó...dónde estoy? -Pregunto desconcertado el joven.

-Lo mismo me pregunté yo cuando entré a trabajar a este basurero, trágico la verdad -Respondio la voz, un tanto femenina y sarcástica.

-¿Qué es todo esto? Le exijo una respuesta -Reclamo el chico.

-Me presentaré, por diplomacia nada más -Dijo llevando unos de sus dedos a rascarse su rostro-. Mi nombre es Alice y solo eso me permite mi trabajo decir. Estoy encargada de este caso de asesinato un tanto cliché a los que acostumbro a ver y la verdad ya estoy cansada ¿qué ya no tienen creatividad o algo más? -Declaro Alice.

-¿Asesinato? No sé de qué me esta hablando. -Dijo el joven exaltado por la noticia presente.

-Todos dicen lo mismo -Llevo su mano a su frente-. Es casi como un señuelo que dejan para que la policía muerda y busque como perros de caza. Siempre es lo mismo con ustedes los asesinos absueltos -Declaro con el incesante sarcasmo después de masajear unos de sus hombros.

-Señorita, aunque le parezca extraño no considero que esto sea alguna especie de broma de buen gusto. Déjenme salir ahora mismo -Hablo exaltado.

Un fuerte golpe sacudió la mesa, se trataba de Alice, totalmente hastiada y parecía ir por el octavo café del día acompañado del guardia que entró en la sala en ese momento.

-Mira, pequeño, podemos hacer esto fácilmente o quizás necesite traerte chocolate caliente para ver si puedes cooperar ¿no? -Se levantó de la silla y tomo unos papeles del guardia recién llegado, los arrojo a la mesa y se arregló su pantalon-. Este es el asunto, en el que quiero que me ayudes. Veras, allá afuera -Señalo la puerta-. Hay unos padres desesperados, artos de estar todo el día tratando de averiguar porqué su pequeña hija fue asesinada por un completo desconocido -Se acercó imponiendo sus ojos azules en el pobre chico-. Ahora bien, necesito que cooperes porque la verdad hoy me quiero dormir tranquila. Tengo dos hijos en casa ansiosos de ver a su madre, así que yo que tu me lo pensara dos veces si hablar o no -Subio sus palmas con sarcasmo y sátira en el dialecto.

La garganta del joven se cerró, parecía un camino sin salida, sin entendimiento y carente de piezas. Parecía existir una barrera que bloqueaba sus recuerdos y los enredaba en una especie de acero intocable.

-Sé muy bien a que quiere llegar -Se levantó asustado el joven-. Pero no caeré en esta clase de juegos de ninguna manera. Ya le dije que yo no eh matado a nadie, no me importa lo que usted diga porque conozco lo que pienso -Se dirigió abruptamente a la puerta ante la mirada del guardia.

-¿Estas seguro que conoces lo que piensas? -Le pregunto Alice mientras abostesaba-. Llevaste a una chica de 19 años a un garaje que convertiste en una especie de fosa común mezclada con gas venenoso, la drogaste y la arrojaste al gas -Le dijo contando con sus dedos -. Luego abriste sus brazos y extrajiste sangre de diferentes partes de esa pobre alma, después de eso dejaste el cuerpo tirado, te cambiaste y saliste a quien sabe donde. Aunque, según algunos testigos afirmaron verte vestido con un traje muy hermoso dirigiendo tu auto a una fiesta. ¿Que se siente ir a festejar luego de haber cometido homicidio y dejar la escena del crimen tan descuidada? Señor Malcolm -Dijo sarcásticamente mientras tomaba de su café-. ¿Porqué así te llamas verdad? Ah, y eso sin contar con que te llevaste la camisa llena de sangre en la manga, patético -Dijo Alice mientras golpeaba la mesa con sus uñas.

-¡Yo sería incapaz de comete tal cosa! No puedo creer que me pongan en una situación así aún con todas las de perder no pienso aceptar algo que nunca eh cometido -Dijo entre lagrimas.

Un instante bastó para dejar a Malcolm en una travesía, una laguna que lo llevaría a comprender la raíz de ese atroz acto. En ese momento, Malcolm se convirtió en una especie de ser inanimado, cayendo por un vacío tan intenso, un camino muy transitado por él que lo llevaba cara a cara contra esas palabras: 《¡Ven, ven, ven Malcolm! Hay que jugar》se adentro aún más a ese pozo buscando entre las tinieblas rastros de su rompecabezas. Justo en su frente se tatuó un símbolo y al moverse lo devolvió hasta esa caverna infernal en donde comenzaba su historia. Esa laguna tenía forma y lo encaminaba por el sendero de los recuerdos en donde el tiempo parecía tener poca relevancia. Escucho más gritos: 《¡Ven! Yo tengo lo que buscas, no temas Malcolm me llamo V, toma mí mano y juega conmigo de nuevo》

Ese lugar se derritió dejando el profundo pozo de preguntas y respuestas inciertas ¿"V"? ¿Quién era él? ¿Qué está pasando? ¿Donde está la inspectora?.

La inspectora se había ido, todo volvía a ser tan imperceptible de nuevo y a la vez tan inquietante. De pronto, en un soplo de oxigeno Malcolm volvio en si, pero aún todo estaba oscuro y lleno de neblina. Con la diferencia que a su lado, un niño dándole la mano, sujetando su fría mano en el antebrazo de Malcolm que estaba en el respaldo de la silla. Era un niño con los ojos vacíos, pequeño y con una sonrisa. El horror estaba presente en esa sala sin que el mundo se diera cuenta, pero, se rompió el abominable pozo de silencio con las palabras del pequeño espectro: 《aún tenemos que jugar Malcolm, este es nuestro lazo, este es un comienzo porque justo ahora este es nuestro recuentro...》

● ● ●
Gracias por leer, será un camino largo y prometo entretener con mí arte.