La sombra de la oscuridad

Capítulo 3

Bueno este capítulo va dedicado a ItsMiminnie que me animó a seguir escribiendo. Ahora sin más dilación os dejo con el próximo capítulo.

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Y los demás días pasaron volando, perdida en sus pensamientos llegó la hora de tomar su decisión. Una decisión que sin duda era complicada pero en fin a veces para avanzar necesitas dejar cosas atrás ya que son un peso muerto. Cargaba con una maleta por aquel sendero del bosque en mitad de la noche. Se escuchaban los cantos de los grillos y el ulular de los búhos haciendo el ambiente pesado. La noche oscura le arropaba, había dejado solamente una nota atrás : "Papá, mamá, lo siento pero debo irme, estos muros son demasiado para mí, se me queda pequeño y necesito volar. Necesito descubrir el mundo por mi misma y darme cuenta de lo significa realmente. Por favor no os preocupéis, voy a estar bien, no me busquéis por favor, no se si volveré algún día, no se si es la respuesta correcta, pero es lo que quiero ahora. No os olvidéis de que os amo. Os quiere vuestra hija" después la había firmado. Mientras rememoraba aquella nota llegó a la cabaña del bosque y tocó suavemente la puerta, apenas su dedos rozaron la superficie una figura apareció detrás.

- Hombre pero mira quién está aquí. - habló con una sonrisa burlona en su rostro. Lo que solo causó que la otra estallará en defensa. - Ya, no te hagas. Pensé que te alegrarías de verme, pero si no es así no pasa nada con las mismas que he venido me voy. - Si, puede que esa respuesta hubiera sido algo agresiva y busca pero es que Eodum realmente sabía sacarla de quicio. ¿No hubiera sido mucho más fácil un hola, cómo estás?, a veces simplemente no podía con él. - Calma fierecilla, vamos vamos relájate. - Eso solo hizo que la chica se enfureciera más- ¿Qué me relaje? - estalló - ¿Cómo quieres que me relaje si voy a dejar todo lo conozco solo para irme contigo? ¡¿Eh?! - Alzo sus brazos empujando al contrario por su pecho, sin embargo este solamente tomo aquellas delicadas manos entre las suyas y la miró- Hablo en serio relájate. ¿O acaso es mi culpa? ¿Te he puesto una daga al cuello? -suelta sus manos alejándose y yendo a por sus cosas que apenas eran una maleta- No, no he hecho nada de eso. Lo que pasa es que estás asustada y tienes miedo. Nunca has salido de este pueblo por lo que no conoces nada más, el exterior es un misterio para ti eso hace que te plantees si has tomado la decisión correcta por que temes que haya sido demasiado precipitado. -se pone su sombrero- Pero yo no tengo la culpa.

La otra no puedo más que mirarle asombrada. ¿Cómo podía saber todo eso si ni ella misma estaba segura de lo que sentía? ¿Cómo? Era como si pudiera meterse en su mente y desvelar todos sus secretos, todos sus pensamientos a la luz o ¿solo era una alta capacidad de análisis? Fuera lo que fuese le entraron escalofríos haciendo que su cuerpo se estremeciera. Aun no salía de su estupor cuando de repente sus cosas ya no estaban y sonó el ruido del maletero cerrándose. ¿Cómo? Mejor no iba a preguntárselo, no quería comenzar ha hacer cavilaciones otra vez y perder el contacto con la realidad.

Con descaro el de género masculino abrió la puerta del copiloto. - ¿Vienes, oh, mi bella damisela? -dijo con burla. Lo que causó que se le enrojecieran las mejillas y se acercará dándole un golpe en el hombro. -Ya, tremendo estúpido deja de tomarme el pelo. - dijo enfurruñada más entro dentro y se abrochó el cinturón, comenzando a trastear con la radio.

Mientras él se dirigía al asiento del piloto de aquel negro coche. Que por cierto era bastante extraño muy elegante pero para nada parecido a ningún modelo que existía y a la vez se le hacia tan familiar, parecía salido de otro mundo. Una vez dentro cerro la puerta y se abrochó el cinturón procediendo ha arrancar el coche.

Le miró a lo ojos mientras una potente melodía sonaba de fondo - ¿Estás lista? -preguntó. Y con un asentimiento su viaje comenzó.

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Bueno y hasta aquí este capítulo la verdad llevaba mucho sin actualizar y lo lamento, espero que os guste mucho.