Después de tanto tiempo viéndolo tanto en sueños como en horas de meditación o cuando estaba sola y cerraba los ojos he decidido hablar de él.Todo comenzó hará unos 3 meses, cuando en clase nos hicieron escribir sobre lo que pensábamos cuando cerrábamos los ojos. Allí, en aquella fría clase fue mi primer contacto con aquel lugar, el cual a partir de aquel momento llamaría hogar.
El cielo era violeta, yo estaba sentada en el suelo, encima de una estrella de 5 puntas tallada con precisión en un suelo de piedra lisa gris clara. A mi alrededor solo habían cascadas, por las cuales agua muy clara caía a un foso alrededor de aquel suelo. En frente mío una gran roca larga, la cual no sabía que llegaría el día que me quedaría observándola por horas esperando por la llegada de alguien
especial. Describí aquel lugar sobre el papel, me transmitía una tranquilidad inmensa, me sentía a gusto, como en casa.A raíz de eso, descubrí mi pasión por la meditación. Cada vez que cerraba los ojos me encontraba allí, en aquel lugar al cual nombré Oasis, ya que su forma me recordaba a uno. El color del cielo cambiaba de color según mi estado de ánimo. Cuando lloraba había tormenta, cuando estaba feliz el cielo resplandecía, y cuando estaba tranquila, el cielo era morado. Jamás aquel sitio tuvo algo a lo que yo comparara con la noche, hasta que él apareció.
Me decidí a meditar un día cualquiera y cuando cerré los ojos, recostado en la única roca de mi Oasis estaba él. Un chico de pelo blanco, tez morena y ojos color aceituna me observaba sonriente desde aquella roca. Llevaba una camisa blanca y unos pantalones marrones, era más alto que yo y en mi opinión era precioso. Fue entonces cuando se levantó, se acercó a mi y hablamos, no supe lo que
hablábamos, yo solo escuchaba murmullos y lo veía todo en tercera persona. Aquella otra yo hablando con aquel chico no dejaba de sonreír y de reír, y me fue inevitable sonreír también, era la primera vez en mucho tiempo en la que sabía que era feliz, y en la que estaba sonriendo de forma verdadera. Y sinceramente, me veía preciosa.Todos los días meditaba, me encontrara como me encontrara, y él siempre estaba ahí, sobre la roca, a veces solo me miraba, a veces hablábamos, y cuando estaba triste y la tormenta yacía encima nuestra, él corría a abrazarme.
Nunca me sentí insegura en aquel sitio, jamás lo he hecho. Me sentía querida, me sentía feliz, estaba tranquila y es increíble como creo que es imposible expresar lo bien que me sentía cuando estaba allí.
Llevaba más de dos semanas sin meditar, sin verlo, sin esa dosis de tranquilidad diaria que se había convertido tan necesaria para mi en tan poco tiempo.
Cuando por fin decidí volver a hacerlo, era de noche. Por fin era de noche, y se sentía diferente. Nada más llegar, no lo vi, en cambio no me sentí mal, me sentía lo más relajada que jamás había podido estar. El cielo estaba repleto de estrellas, y yo estaba en el centro de la estrella abrazando mis piernas, iba vestida de blanco, un vestido largo, precioso. Llevaba el pelo suelto, e iba descalza, de verdad, estaba preciosa.
Cuando levanté la vista lo vi a él, vestido entero de blanco también, descalzo, envuelto en un aura de fuego. Sonreí y me extendió la mano, la cogí firmemente y me levantė, se escuchaba una dulce melodia de piano la cual utilizamos para bailar al compás. Aquella hermosa aura empezó a rodearme a mi también, mi pelo relucía y él sonreía ampliamente mirándome a los ojos. Entonces me abrazó, y yo lloré, de felicidad, mientras aquellas estrellas nos iluminaban y hacían buen conjunto con el fuego que nos rodeaba la estrella de cinco puntas empezó a brillar, y nos vimos rodeados no solo de aquel fuego si no de una luz blanca potente. El me sonrió y se empezó a desvanecer, entonces abrí los ojos, lágrimas brotaban de ellos, no sabía que había pasado, ni quién era él, nunca obtuve su nombre, solo sé que era feliz con él.
No sé cómo te llamas, no sé tú edad ni si eres real, no sé si leerás esto alguna vez, pero seas quién seas gracias por haberme hecho feliz y haber hecho que pudiera encontrarme a mi misma.
Atentamente La chica del Oasis.

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La chica del Oasis
Fantasy× Prohibida total copia o adaptación de esta historia. × Originalmente mía. × Capítulo único. •Lo siento por cualquier tipo de falta ortográfica o de tiempo.