1. Prohibido dormir

22 3 3
                                    


–Señorita Alicia Meller ¿qué tendré que hacer con usted? –Pregunta el director Arnul con los brazos cruzados mientras me mira fijamente –¿Otra vez durmiendo en clases?

–Se lo puedo explicar, lo que pasa es que... –Comienzo a excusarme pero el director extiende la mano, en señal que guarde silencio.

–No tiene que explicarme nada –Se levanta el director de el asiento en el que estaba –Ya es la cuarta vez en el mes. No sé lo que este haciendo fuera del colegio para que se duerma tanto en clases y tampoco me importa. Pero aquí en mi colegio no se viene a dormir. Recoja sus cosas y váyase, queda suspendida por tres días. A ver si esto le da escarmiento y no lo vuelve a hacer    –Termina de decir el director, da media vuelta y mira por la ventana dándole la espalda a mí y a mis escusas.

Sin nada más que decir, me levanto, hacia la puerta y salgo.

Esto tiene que ser una broma, ¡mi mamá me va a matar! -a decir verdad, esos tres días no me quedarían nada mal serán cómo mini vacaciones- ojalá mi mamá también piense así. Aunque eso no tiene sentido sólo cerré los ojos para descansar. ¡Injusticia!.. Creo. sigo caminando directo a mi salón.  

Camino por el pasillo pensando en posibles excusas. choco contra alguien y caigo de trasero en el piso. Alzo la mirada rápidamente para enfrentar a la persona que me ha hecho caer.

–Oh sólo eres tú –Digo al verlo. Me extiende la mano, la recibo y me levanto, me acomodo y limpio mi ropa. Lo volteo a ver y me mira con indignación, no se si es fingida o real.

–¿Qué pasa?

–¿Qué quieres decir con "oh sólo ese eres tú"? Deberías tratarme mejor  –Dice Leeson mientras hace los más cliché de la vida, intentar imitar mi voz, pero de la forma más chillona de lo que puedan imaginar.

–¿Sabes qué? Te voy a ignorar. Eres el fastidio hecho persona –Sigo caminando con intención de ir por mis cosas he irme.

–¡Yo soy él que va a ignorar eso, eh! –Dice y saca la lengua. Santo cielo parece un niño –Bueno y ¿para dónde vas? ¿por qué no estás en clases?

–Lo mismo podría preguntarte ¿sabes? Ash pero no importa estoy demasiado ocupada –continuo caminado, pero me detiene del brazo

–Espera, espera. Dime ¿qué pasa? –Me quedo callada y miro a un lado, pero me mira y parece muy preocupado. Debe de estar muy preocupado por mí. Que buen amigo es.

Pero de la nada comienza a reirse cómo si no hubiera un mañana -¿Y a este loco que le pasa?

–Espera no me digas, no me digas que te volviste a dormir -Al ver que no le respondo rie más fuerte. Pero que tonto, yo no veo la gracia. –Ya van cómo veinte veces, tienes un problema amiga.

Que exagerado, sólo van cuatro veces ¡en el mes! No es cómo si lo hiciera todos los días. Tampoco toda la culpa es mia, el profesor da clases demasiado aburridas, en serio... demasiado aburridas.

–Pero ahora hablando de verdad –Suspira y me ve fijamente –Tienes que vencer esas ganas incontrolables de dormir, recuerda que si sigues así tendrás que repetir el año ¡Y sólo llevamos dos meses! –Me sostiene de los hombros mientras me sacude -¿¡sabes lo que significa perder el año recién comenzando!?

–Ese no va a pasar ¿de acuerdo? Es imposible –nadie pierde el año recién comenzando.

🤝🤝🤝🤝🤝🤝

Ya que estamos aquí ¿te puedo pedir un favor? -Lo miro con las manos entre lanzadas y con un puchero, intentando ser ¿tierna? Aunque no creo que se me de.

El chico que vive con las estrellas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora