3. El fuego y nada más.

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-¿Entonces, Sakura?- Naruto me libró de mis pensamientos.

-Esta bien.- Aclaré la garganta.- Creo que a Hinata le encantará, tiene tiempo que no salimos a tomar algo.

Arrastré a Hinata junto conmigo y Naruto. Agradezco tanto al cielo que Naruto sea tan despistado y no note ni un poco como se pone Hinata en su presencia.
Al salir de la escuela, en uno de los pilares estaba recargado Sasuke con una rubia preciosa revoloteando a su alrededor.
Encajaba tan perfectamente con él, tenía un cabello largo y muy bien arreglado, sus curvas eran de impacto.
Trate de no pensar en aquello y dirigí mi mirada a otro lado.

-¡Sasuke, vamos a tomar algo con Sakura y Hinata!- Estúpido Naruto.- ¿Te nos unes?

La chica paro por un instante sus coqueteos con Sasuke y su mirada fue de Naruto a mí. Mi estómago de nuevo me dió un piqueteo extraño. Sasuke se encaminaba hacía nosotros y la rubia se pesco automáticamente de su brazo.

-Estoy ocupado, nos vemos por la tarde.- Dijo el pelinegro al rubio y se alejo con la chica que contoneaba de un lado al otro sus caderas.

-Siempre es lo mismo con este imbécil, todas las caritas bonitas lo siguen como moscas a la miel.- Naruto sonaba en serio molesto.

-Vamos, Naruto, no vas a amargarte la tarde.- Traté de sonar lo más agradable y dulce.- Es hora de ir por ese café.

Él me sonrió e hizo un gesto de "Primero las damas". Llegamos al café y nos acerco una taza de capuchino para Hinata y un americano para mí. Tomaba sorbo a sorbo de su bebida sin decir nada, lo cierto es que esto ya se estaba poniendo incómodo.

-Oye, sé que te molesta que te quieran comer el mandado y que Sasuke es el amor de tu vida, tranquilo, se ve que es algo pasajero.- Dije en un tono sarcástico.

Naruto me miró primero extrañado y luego su cara se transformo en un gesto de alegria, bingo, lo había hecho bien.

-Compartir al Uchiha es difícil, no sabes cuánto detesto a esas resbalosas que intentan alejarlo de mí.- Comentó divertido.

-Lo sé, mi dulce Hinata también es una chica cotizada.- Ella se sobresalto ante el comentario y Naruto de repente se mostró muy interesado en lo que decía.- Ese precioso cabello largo y negro, esos ojos tan misteriosos unicos en los Hyuga y madre mía sus lindas curvas...

Hinata paso de estar palida a tremendamente roja. Naruto la miraba intrigado.

-Vaya qué sí es bastante linda. Comenzaré a poner más atención, de verdad.- Soltó con toda naturalidad.

Creí que no podría ponerse un nivel más roja, pero ella siempre rebasaba mis espectativas. Yo reía a mares por la situación y me alegraba de la singular escena que habia creado.

-Eh, te estoy advirtiendo que no quiero pasar por los mismos celos que tú pasas con Sasuke.

Él suspiro fuerte.

-No son celos precisamente.- Tomó un sorbo de su bebida.- Sasuke lleva un buen rato queriendo aparentar lo que no es. Sabes lo de sus padres...

Claro que sabía, los padres del Uchiha. Su padre Fugaku era el jefe de la policía, un hombre sumamente respetado por la comunidad. Su madre Mikoto Uchiha, una ex reina de belleza, editora en jefe de la revista más importante de moda en Konoha. Ver a los dos desfilar en cientos de publicaciones como la pareja modelo era algo cotidiano para mí.

-Pues lo cierto es que el tio Fugaku tiene demasiadas esperanzas en Sasuke, quiere que sea el siguiente jefe de policía y tenga a una esposa preciosa como él.- Suspiro.- Estar en nuestras familias nunca ha sido fácil, todos quieren que llenemos los zapatos de nuestros padres.

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⏰ Última actualización: Jun 13, 2020 ⏰

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El fuego y el combustible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora