SILVER WRITINGS ON YOUR SKIN - ESPAÑOL

Parte I

"Volveré, Gege.  No debería tomar mucho tiempo ".

"Hasta pronto, San Lang".

Con Hua Cheng regresando a Ghost City, Xie Lian se quedó solo en su cabaña con las tareas domésticas que necesitaban realizarse. Barrió las hojas de arce esparcidas por el sendero de la montaña, se ocupó de la alimentación de pequeños animales que venían a visitar, e incluso cuidaban las flores y plantas que él y Hua Cheng plataron juntos. 

Su hogar estaba lleno de vida a su alrededor.  Había mucho que hacer, pero si que hubo progreso; los pequeños éxitos que lograron juntos trajeron pequeñas chispas de alegría en la vida de Xie Lian.

El sol ardía a medida que avanzaba el día. Visitó el pueblo cercano para reunir ingredientes, pero una sorpresa lo esperaba cuando Xie Lian estaba reuniendo bocadillos para llevar a casa.  Los aldeanos siempre esperaban la presencia de Xie Lian y un animado grupo rodeaban al dios con gran emoción.  No pudo evitar aceptar la amabilidad de sus corazones, trayendo docenas de golosinas con él antes de regresar y encontrándose con dos caras familiares esperando fuera de la cabaña.

Feng Xin y Mu Qing hicieron su aparición de vez en cuando, llenando a Xie Lian con los detalles de lo que estaba sucediendo en el cielo.  Se necesitaba mucho trabajo, surgieron problemas pero no eran imposible de manejar, además, su conversación fue agradable al final, y Xie Lian se sintió contento.  Con el corazón tranquilo, no tenía que preocuparse ya que escuchó que todo seguía adelante y en reconstrucción; eso fue lo mejor. 

Sin embargo, las disputas entre sus amigos más cercanos mantuvieron una presencia muy familiar.

Cuando Feng Xin y Mu Qing se marcharon, cayó la noche y se encendieron las velas.  Xie Lian preparó una taza de té a un lado, y el sonido de pasos le hizo girar la cabeza hacia la entrada. Botas negras entraron por la puerta.

"Gege, estoy de vuelta", gritó Hua Cheng, dirigiéndose directamente hacia Xie Lian con una sonrisa cálida, cada paso más cerca sembraba ese deseo, esa necesidad de amarlo una y otra vez.

Mientras envolvía a Xie Lian en sus brazos, su cuerpo se calmó y supo que finalmente estaba en casa donde pertenecía.

Los ojos sobresaltados se abrieron de par en par, luego, como con cada reunión de ellos, el calor floreció en el interior del pecho de Xie Lian, mientras que en el exterior, una sonrisa radiante tiraba de sus labios.

Podía sentir el aliento de Hua Cheng contra el costado de su cara, su oreja, y Xie Lian no pudo evitar el suave rubor cuando dijo: "Bienvenido a casa, San Lang. Has vuelto temprano".

"Mhm.  El asunto fue resuelto.  Esos demonios siempre encuentran formas de crear problemas cuando no estoy alrededor ”, explicó Hua Cheng brevemente y rozó levemente sus labios contra la oreja de Xie Lian. 

Xie Lian reaccionó con un ligero escalofrío.

"¿Gege tuvo un buen día mientras estuve fuera?"

Xie Lian trató de girar en los brazos del rey demonio, solo para poder ver esa hermosa cara.  Él tarareó suavemente, colocando una mano sobre el pecho de Hua Cheng,

"Feng Xin y Mu Qing vinieron esta tarde, y los aldeanos me dieron bocadillos...¿Le gustaría probar a San Lang?"

"¿Oh?"  Hua Cheng inclinó la cabeza con curiosidad.  "¿Qué son?  Tenemos restos de la última vez cuando Gege también fue"  Se inclinó y besó la frente de Xie Lian, con los brazos descansando cómodamente todavía alrededor de su cintura. 

“San Lang lo entiende.  Gege es muy adorable, no pudieron evitar darle
más."

"¡San Lang!"  Xie Lian lo reprendió, todavía terriblemente acostumbrado a ser llamado 'adorable', aún cuando estaba tan viejo como él.