SILVER WRITINGS ON YOUR SKIN - ESPAÑOL

Parte II

"De rodillas y chupa".

Hubo una pausa, y luego un revolotear de túnicas cuando Xie Lian se puso de rodillas, con los ojos parpadeando hacia arriba para ver la mirada de aprobación de Hua Cheng, mientras sus dedos se ocupaban de su cinturón.

Pronto, su premio salió a la luz, ya tan rígido y lleno de deseo. Xie Lian tragó saliva mientras se acercaba. El aroma del almizcle de Hua Cheng le hacía sentir la mente borrosa.

Se inclinó para presionar un beso amoroso, aunque nervioso directamente en la punta antes de separar los labios para aceptarlo dentro de su cálida boca.

"Eso es... Así" Hua Cheng alabó y emitió un largo suspiro, complacido por la impresionante vista cuando Xie Lian comenzó a chuparlo.

Sonrió ante el creciente calor que rodeaba su longitud, los tenues labios rosados ​​envueltos alrededor de él naturalmente y el brillo de la saliva cubriendo su boca brillaba desde la débil luz de las velas alrededor de la habitación.

Miró hacia abajo y vio que la excitación de Xie Lian se filtraba intacta.

"Lo estás haciendo muy bien, gege". Su cara se suavizó.

Un pulgar se deslizó sobre la esquina de la boca de Xie Lian y limpió una gota, luego alcanzó la cabeza de Xie Lian desde atrás, agarrando su cabello y animándolo a tomar más. Él conocía que su Xie Lian era capaz de llevar una tarea tan simple.

Xie Lian obedeció sin quejarse, poniendo en práctica su antigua habilidad de actuar en las calles, mientras tomaba la masculinidad de Hua Cheng en lo más profundo, excepto que algo tan grueso nunca podría compararse con la delgada hoja de una espada.

Centímetro a centímetro, hizo que los músculos de su garganta se adaptaran a la longitud, solo para terminar ahogándose.

Falló cuando en su afán de agradar, la cabeza gorda terminó embistiendo la parte posterior de su garganta. Los dientes escondidos detrás de sus labios se deslizaron para rozar el eje sensible.

Con lágrimas en los ojos, el primer instinto de Xie Lian fue retroceder; si no fuera por los fuertes dedos en su cabello que lo mantenía en su lugar.

Como disculpa, su lengua trató desesperadamente de aplacar la parte inferior, sintiendo cada vena pulsante y asegurándose de masajearlas a fondo.

Hua Cheng inhaló bruscamente; su cuerpo entero temblando desde la lengua, haciendo todo lo posible por ser complaciente. Sabía que Xie Lian no lo decepcionaría. Cada lamida cuidadosa envió una sacudida eléctrica a su cuerpo. 

Esta sensación de tensión se hinchó dentro y destruyó cada parte de su voluntad para evitar desmoronarse. No podía contenerse, la tentación se cernía sobre sus cabezas, y podría haber notado el brillo en las pupilas de Xie Lian instándolo a seguir.

Xie Lian mantuvo su mirada fija a él, sin romper el contacto, y esto hizo que Hua Cheng sacudiera sus caderas hacia adelante con un silencioso gruñido.