ᴇɴᴄʜᴏᴄʜᴀᴅᴀ ᴅᴇ ᴍɪ ᴘʀᴏғᴇsᴏʀ ~𝑺𝒑𝒓𝒐𝒖𝒔𝒆𝒉𝒂𝒓𝒕~

Capítulo 12 𝑣𝑖𝑟𝑔𝑖𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑 ♡︎

Lujuria

Pasión

Amor...

Todo eso en ese fantástico beso

No podía parar de besarlo, era tan maravillosa esa sensación.

Mientras nos besabamos cole me acariciaba la nuca con una mano, a modo de sujetarme y su otra mano acariciaba mi hombro y mi brazo trazando patrones suaves y sin sentido, pero bastante placenteros.

Poco a poco fue bajando su mano de mi hombro hasta el borde superior de mi camiseta, tocó el dobladillo sutilmente mientras yo me extremecía

tocaba el borde de mi camiseta, bajé mis manos hacia su troso las posé en su abdomen sintiendo lo duro que estaba.

Más que claro que Cole hacía ejercicio, se le notaba en sus brazos marcados y sus abdominales cuadrados, mientras que su pecho estaba bien fornido y sus piernas duras y fuertes.

Las podías notar contra las mías, mientas tanto nos separamos del beso y me miró a los ojos, metió sus manos debajo de mi camiseta y luego me volvió a mirar.

Dándome a entender si dejaba que me la quitara

Asentí

Con delicadeza deslizó la prenda por mis brazos dejándome en sujetador delante de él.

No es que fuera algo nuevo, pero me sonroje.

—eres preciosa lili, realmente preciosa—me volví a sonrojar—hermosa es la palabra perfecta—

—te quiero—lo volví a besar—y mucho no sabes cuanto—

—yo también a ti lils, te quiero mucho—me besó otra vez—

Seguimos besandonos, en eso Cole empezó a acariciar mi espalda, tocando el cierre de mi sujetador.

Se le veía tan tierno, parecía como si tuviera vergüenza de quitármelo.

Así que lo hice yo

Alcé mis brazos a mi espalda y desabroché la prenda de encaje.

Cole me miraba atento.

Agarré las tirantas y la fui deslizando muy despacio por mi piel.

El seguía todos mis movimientos

Cuando me quite las tirantas lo arojé al suelo, mis pechos estaban exitados por los besos y caricias.

Me miró a los ojos y luego bajó la mirada a mi torso totalmente desnudo frente a él.

—eres una diosa—

Le sonreí y lo volví a besar, ahora el puso sus manos en mis hombros y fue descendiendo hasta el borde de mis pechos.

—¿puedo?—preguntó tan tierno como siempre—

—claro que puedes amor—amaba llamarlo así—

Con las yemas de sus dedos recorrió nuevamente mis hombros y espalda, luego el borde de mis pechos.

Puso las palmas de sus manos sobre ellos, y suavemente empezó a moverlas, haciendo que mis pezones se exitaran más de lo que estaban.

Cerré los ojos por el placer. El siguió acariciandolos con las dos manos, ahora sí más que exitada me acerqué y lo volví a besar con Lujuria.

Nos separamos del beso, acercó su cabeza a entre mis pechos y me miró.

Volví a asentir

Quitó sus manos de mis pechos, los acaricio y metió uno en su boca.