A veces te quedas en tu cama recostado pensando en todo lo que te agobia y le das vueltas y vueltas al asunto hasta que llegas a la misma respuesta:
¿Qué hubiera pasado si...?
Te enredas hasta no poder más, tienes un lío en la cabeza, te pones ansioso y terminas por soltar las lágrimas que contenias en un principio.
Pero te llegas a acostumbrar y es entonces cuando lo dejas ir poco a poco, entonces te das cuenta que vas a sobrevivir. Hasta que un día ya no te duele recordar.
Harry intentaba entender aquello, quería saber que fue lo que hizo mal para terminar de esa manera. Ya no lo ve como un castigo, porque la terapia psicológica que estaba recibiendo le estaba ayudando bastante a entender su condición.
Al principio era imposible que saliera de su habitación, era como si se hubiera muerto en vida porque no comía nada, descuidaba su higiene personal, no hablaba con absolutamente nadie a menos de que fuera necesario.
Ahora eramás sencillo ya que estaba comprendiendo muchas cosas que antes no y estaba bien con eso. Estaba siendo más abierto a la hora de tomar iniciativa e intentar seguir con su vida, aunque eso signifique que no salga de su casa mas que para ir con su terapeuta.
No salía mucho porque era difícil estar en silla de ruedas en una ciudad tan productiva y que rara vez descansaba. Pero hablaba más con sus amigos y familiares, comenzó a aceptarlo, quería intentar tener una vida normal y lo más tranquila posible.
A lo que se negaba completamente era a tomar fisioterapia de nuevo. Se prometió que no lo haría jamás de los jamases, aunque su vida dependiera de ello, que era así, y mantendría esa postura hasta el final.
Siendo un almuerzo tranquilo que su madre organizaba todos los domingos, sin falta ni excepciones, se encontraban en la mesa compartiendo felizmente cómo estuvo su semana.
Harry estaba almorzando a gusto, de verdad, no tenía objeción por nada de lo que se estaba hablando en la mesa. Al menos hasta que su madre le hizo una pregunta y él no la escuchó por estar en sus pensamientos.
—Lo siento, mamá. ¿Podrías repetir la pregunta de nuevo por favor?
De repente todos se quedaron en silencio como sabiendo lo que se venía y se mantenían expectantes a su reacción en particular.
—¿Pensaste en volver a tomar fisioterapia de nuevo?—preguntó calmada temiendo a la reacción de su hijo menor.
—Sabes lo que pienso acerca de eso, mamá—mencionó seriamente.
Anne no se daría por vencida tan fácilmente. Su lado maternal no le dejaría hasta saber que todos sus hijos estaban bien.
—Podrías intentar nuevamente, no pierdes nada con intentarlo una vez más.
—No creo que sea prudente y tampoco es necesario. Estoy bien así.
Anne se molestó.
—Eso no es cierto. Los doctores dijeron que podrías volver a caminar si tomas esa terapia.
Harry frunció su ceño, comenzando a molestarse y haciéndolo más evidente cuando le respondió con un tono de voz serio y distante.
— Hablamos esto más tarde, mamá, no es un buen momento justo ahora.
—No, ya ha pasado demasiado tiempo. ¡Deberías superarlo de una vez!— gritó frustrada.
—Y yo dije que no es momento.
Se mantuvo sereno por el bien de todos, además de que no quería alterarse porque eso significaría alterar a todos sus familiares y porque había niños pequeños presentes.
Manejó lo que restaba del día la mirada de reproche que Anne lanzaba cada vez que hacían contacto visual hasta que todos se retiraron y quedaron su hermana y su madre.
Anne comenzó con un largo discurso. Y ella se caracterizaba por ser alguien que no se guardaba nada de lo pensaba o sentía, y te lo decía sin rodeos siempre siendo directa cuando el asunto lo ameritaba.
Harry la escuchó en silencio y aunque quería debatir con ella muchas cosas se quedó callado.
—Mi amor, comprende podrías tener una vida normal, como antes de que todo pasara.
Harry sonrió con tristeza.
—Todos los días pienso en eso, mamá. Y aunque me duele ésta es la realidad que tengo que vivir de ahora en adelante, no puedo hacer otra cosa más que resignarme y aceptarlo.
—Por favor inténtalo una última vez, es todo lo que pido.
Harry miró a su madre encontrandose con una mirada preocupada y él no quería verla de esa manera otra vez, entonces decidió que lo pensaría, pero ahora mismo deseaba descansar.
—Esta bien, déjame pensarlo hasta mañana por la tarde.
Y con eso simplemente se retiró a su nueva habitación porque tenía mucho en que pensar.
¡Bienvenidx seas!
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Flawless Omega ||Larry||
Fanfiction«Todos tienen a su mitad, que lo creas o no, encajará a la perfección contigo. Y cuando la encuentres llénate de gozo porque no se irá de tu lado y tú no debes dejarla ir».