Flawless Omega ||Larry||

Parte Seis

Faltaban unas horas para que se Harry y Louis se vieran. Harry trataba de ignorar el latido acelerado de su corazón, quería pensar que no estaba latiendo así de rápido porque se vería con Louis.

¿Cierto?

Apenas y se estaban conocen, pero él ya hizo que su corazón latiera muy deprisa y sólo fueron pequeños instantes los que convivieron. Tal vez debería conocerlo mejor, ¿no? Siempre podría llegar a ser una ilusión más.

En fin, salió de su casa y se dirigió hasta el lugar donde se verían, con los nervios a flor de piel. Era un restaurante y estaba algo lleno, pero una señorita lo ayudó a conseguir una mesa y esperar a que Louis llegara.

No tuvo que esperar mucho tiempo, ya que apareció luego de unos cinco minutos. Harry le sonrió cuando llegó a la mesa y le ofreció su mano para saludarle, y ofrecerle donde tomar asiento.

—Lamento llegar tarde, Harry. ¿ Llevas mucho tiempo esperando?

—No te preocupes, Louis, no pasa nada. Apenas son cinco minutos— le mostró una sonrisa amigable. Había algo en el ambiente que le causaba seguridad y que nada se sintiera incómodo.

—Gracias, Harry. ¿Cómo has estado?—le devolvió la sonrisa.

—Mejorando cada día, o eso espero, hace unas semanas atrás comencé a ir a terapia para poder volver a caminar. ¿Cómo has estado tú?

—Pues yendo de aquí para allá, la siguiente semana me graduó de la universidad.

—Felicitaciones.

Louis se sonrojó y le mostró una sonrisa después de asentir en agradecimiento.

—Igualmente, que bueno que estés intentándolo. Es un gran paso.

—¿Sobre que carrera recibirás un título?

—Enfermería.

—Hermoso. ¿Es algo en lo que te sientes a gusto? ¿Qué te inspiró a seguirla?

—Pues sí, y me agrada la idea de poder ayudar a las personas-

Harry asintió mostrando una sonrisa, cuando un joven se acercó a ellos preguntando por su orden interrumpiendo lo que Louis le estaba diciendo. Tras haber decidido que comerían pudieron continuar.

—¿Qué decías antes de que nos interrumpieran?

Louis dejó su taza de café y se limpió los labios con la servilleta antes de responder.—Decía que me gusta ayudar a las personas, no importa que pase me gustaría estar ahí. ¿Y tú en qué eres bueno?

Harry terminó de masticar y tragar lo que tenía en su boca. —Soy maestro o bueno al menos lo era antes de que pasara el accidente—dijo mostrando una mueca—. Estudié literatura.

—¿Eres escritor, también?— dijo murmurando mirándolo de lado y mostrándole una sonrisa.

—Es lo más probable, ¿tú crees que sí?

—¿Eres escritor?—sus ojos se abrieron demostrando su sorpresa.

Harry no dijo nada dejando que Louis sacara sus propias conclusiones. Cuando terminaron y pagaron lo que habían consumido salieron del lugar, el Alfa de Harry se movió con inquietud porque no quería dejar que Louis se fuera tan pronto.

—¿Te gustaría ir a un lugar conmigo?

—No me harás tu prisionero después, ¿verdad?

—No podrías hacerlo, estoy en silla de ruedas, así que técnicamente no puedo hacerte daño.

Louis se rió. —De acuerdo, ¿dónde quieres ir?

—Sígueme—Harry giró las ruedas de su silla y Louis se mantuvo a su lado.

La noche estaba fresca, con la enorme luna brillando en lo más alto del cielo alrededor de miles de millones de estrellas, el viento soplando suavemente, la ciudad manteniéndose siempre en movimiento, las personas yendo de un lado al otro. Y Harry se sentía tranquilo en con la presencia de Louis a su lado.

—¿Dónde estamos yendo, Harry?

—A un lugar súper especial para mí, iba todos los días cuando estaba en la escuela.

Louis estaba expectante con respecto a dónde estaba llevándolo el Alfa.

Harry se detuvo y dejó que Louis pasara primero. Estaban en el parque que se conocieron un poco más al fondo, dónde había un estanque y al frente había un mirador.

Todo era hermoso, la luna llena brillando y reflejándose en el estanque y todo a su alrededor estaba ambientando una hermosa escena.

Harry y Louis habían entablado una amena y divertida conversación sobre el universo y las galaxias y cosas sin sentido alguno dejando que los nervios que había sentido minutos atrás de esfumaran. Cuando ya se hizo algo tarde Harry acompañó a Louis hasta la parada del autobús y cuando se fue él regreso a casa con la esperanza de poder volver a verlo una vez más.

Estaba por ir a dormir cuando un mensaje le llegó.

Louis:

Gracias por esta noche, me divertí mucho contigo. Espero que se vuelva a repetir pronto.

Tú:

No hay nada que agradecer, yo también me divertí mucho. Descansa, Louis.

Ambos se quedaron dormidos con una sonrisa y con una sensación de tranquilidad, como si algo bueno iba a pasar.

Se encontraron y éste era sólo el comienzo.