Finalmente / Namjoon

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Sonreí como estúpida

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Sonreí como estúpida.

—¿Y entonces?

Mordí mi labio inferior, tratando -sin resultados- de esconder la enorme sonrisa en mi rostro. Su voz se escuchaba como terciopelo tras la línea. Grave, profunda, perfecta.

—Ven —Traté -sin tener éxito-de sonar lo más casual del mundo —Mis roommates están aquí también, pero puedo convencerlas para que nos dejen solos.

—¿No hay problema? —Respondió —¿No tienes nada que hacer?

—Nada, te lo prometo —Sonreí, esta vez sin limitarme —Ven.

Llego en una hora.

—Aquí te espero.

Colgué la llamada y con una tremenda lentitud deje el celular en la mesa. Namjoon venía para acá.

—¡Ryujin! —Grité, en lo que corría escaleras arriba rumbo a la habitación de la menor de mis roommates.

—¿Qué pasa, unnie? —Ryu se sentó en su cama, con solo un audífono puesto y la laptop entre sus piernas.

—¿Recuerdas cuando te presté mi auto? —La pelinegra levantó una de sus cejas, pero asintió —Es hora de que me regreses el favor.

—¿Qué necesitas?

—¿Puedes dejarme sola? Leah se quedará a dormir con Yuna y ahorita le pediré que se vaya más temprano. ¿No puedes unirte a su plan o conseguir uno?

—Unnie.

—¡Por favor! ¡Te daré dinero!

—Tal vez me puedo quedar con HanSeok. Pero al menos dame quince mil wones para la cena.

—Cuenta con eso. ¡Gracias linda! ¡Eres la mejor!

—¿Viene alguien?

—Entre más pronto te vayas, mejor ¿Si? Gracias. Te amo.

Antes de darle tiempo de hacer una pregunta, corrí hacia la habitación de Leah, que, como siempre, estaba abierta.
Cuando me asomé, la vi con su chamarra de mezclilla y su linda falda color mostaza, terminando de aplicarse brillo labial.

ONE-SHOTS ; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora