Un sonido ensordecedor junto un movimiento brusco del suelo la hizo caer, casi de inmediato se puso de pie, su mirada se dirigió a una lata de pintura color rojo que se había derramado por el temblor de hace unos segundos atrás, la pintura se corrió...
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La albina salió del comedor, como aún faltaba unas cuentas horas para ir a las cabañas a descansar, optó por ir a un lugar tranquilo y leer un rato. Se recargo en un árbol y pasó las páginas tratando de observar que parte fue lo último que leyó.
???-¡Que lindo libro!-
Liesel pegó un pequeño saltito por el susto, al levantar su vista se encontró con un chico de ojos azules y cabellos dorados.
???-¡Lo siento!, no quería asustarte- Liesel-No te preocupes-
Respondió algo confundida.
???-Ese libro es muy bonito, aunque sea de cuentos resulta interesante los mensajes que estos pueden dejar- Liesel-Oh...ehm, si, supongo-
La chica desvió la mirada, le resultaba raro que alguien le hablara por algo como eso. El recién llegado se percató que ni siquiera mencionó su nombre.
???-Disculpa, no he dicho mi nombre. Me llamo Armin Arlert-
Extendió su mano frente a la albina y le dedicó una agradable sonrisa.
Liesel-Liesel Blau-
Respondió y finalmente estrecho su mano.
Armin-¿Me lo permites?-
Preguntó con algo de timidez después de haber sido tan descortés. La chica asintió y le pasó el libro a un emocionado Armin, él empezó a hojear las páginas y se le iluminaban los ojos cada vez que pasaba una.
Armin-Yo tenía este libro, es una lástima que después de lo que pasó no pude llevarlo, seguramente ahora está entre los escombros de lo que antes era mi casa-
Poco a poco su voz fue disminuyendo de volumen e hizo una mueca de desagrado al recordar todo lo que pasó aquel día.
Liesel-Lo siento mucho..., yo también lo tenía, bueno, yo no, mi hermano, a él le agradaba o agrada leerlo-
El rubio se sentó al lado de la chica, este le observaba con atención.
Armin-¿También eres de Shiganshina?- Liesel-Asi es-
Respondió la fémina arrancando un poco de césped con su mano. El joven quedo un poco sorprendido, no había conocido a nadie que viniera del mismo lugar que él y sus mejores amigos.
Armin-Fue terrible lo que sucedió ese día, es algo que probablemente no olvide pronto- Liesel-Entiendo, esos recuerdos invaden hasta mis sueños, así que tampoco lo olvidaré tan fácilmente-
En el lugar solo se podían escuchar el canto de los grillos y la única iluminación era la luz de la luna.
