Solo Contigo

Epílogo

-Hermanita te ves hermosa- dijo Villa entrando al cuarto. -No puedo creer que haya llegado el día- dijo sonriendo

-Ni yo- dije tras un suspiro. Me quede viendo mi reflejo en el espejo. Alice mi largo vestido y me voltee hacia el- ¿Cómo esta?

-Feliz- dijo sonriendo y acercándose a mi. -Muy feliz-

-Toc Toc- dijo Susana entrando al cuarto, cargando en sus brazos al pequeño Daniel -Una personita quería saludar-

-Hola amor- le dijo Susana a Juan Pablo, pasándole al bebé lentamente, para que el lo cargara. -¿Estás lista?- dijo poniendo sus manos en mis hombros y yo solo asentí.

Volví a verme en el espejo y pude admirar el hermoso vestido que había comprado. Era un vestido sin mangas, con encaje en la parte superior del vestido, que dejaba caer una falda con varias capas de tela. Arreglé mi velo, y puse mis dos manos en mis mejillas. Había llegado el día que mas ansiaba.

Martín entro a la habitación anunciando que ya era hora. Suspiré de nuevo, y luego de que Susana tomó al bebé y salieron de la habitación. Villa me dio un beso en la frente y con una seña me pidió que agarrara su brazo. Empezamos a caminar por el largo pasillo que llevaba a la capilla. Cada paso que daba, era un paso mas a una nueva vida. En el camino, mi hermano se la paso contándome anécdotas mías de pequeña, actuando como si fuera mi padre. Algo que me hizo reír mucho.

Por fin llegamos a la capilla, y las puertas se abrieron. Dejando ver en el fondo, mi futuro esposo. Empezamos a caminar a lo largo del pasillo lentamente. Todo aquel que era importante para mí se encontraba dentro de la sala. Cuando por fin llegue al altar, Villa me sonrió y me dejo en los brazos de mi prometido.

-Estas- dijo antes de suspirar -me dejaste sin palabras- dijo en voz baja y yo sonreí.

La misa empezó, y yo no podía de dejar de mirar a mi prometido. La misa pasó rápido hasta que llego el momento que más esperaba, los votos.

-Juan Pablo, ¿aceptas a Camila como tu futura esposa, prometes serle fiel en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las penas, hasta que la muerte los separe?-

-Si acepto- dijo poniendo el anillo en mi dedo

-Camila, ¿aceptas a Juan Pablo como tu futuro esposo, prometes serle fiel en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las penas, hasta que la muerte los separe?-

-Si acepto- dije sonriendo y repitiendo lo mismo que hizo Juan Pablo

-De ser así, los declaro marido y mujer- dijo el padre -Puede besar a la novia-

Juan Pablo me acercó a el, y sus labios tocaron los míos, creando un suave beso lleno de felicidad, que terminó en una sonrisa.

-Te tengo una noticia- dije

-¿Que pasó esposa?- dijo y yo le sonreí

-Estoy embarazada- dije y sus ojos se iluminaron, creando que volviera a besarme con mayor entusiasmo....