Capitulo 3

0 0 0
                                    

Esperaba volver a soñar con Charlie pero no paso el resto de la semana. Llego el cumpleaños de Abby, mi mejor amiga. Como siempre desde que teníamos 13 años me vería obligada a asistir a su fiesta donde pasaría tortuosas horas rodeada por personas que no quería ni necesitaba conocer. Todo para terminar la noche en el baño sosteniendo el cabello de mi amiga una vez su cuerpo rechazara todo el alcohol que muy seguramente iba consumir.

Esa era una de las grandes diferencias entre ella y yo. Yo no podía tomar, y casi no usaba medicamentos a menos que fuera estrictamente necesario. Recuerdo que una vez cuando tenía 12 años, cansada por todo el estrés de estudiar y los problemas de la casa tomé la mitad de una píldora para dormir. Mi idea era solo poder dormir pero también tenía miedo de lo que aquello podía hacerme. Al final, me dormí atemorizada y solo recuerdo despertar en un ataque de pánico creyendo que me iba morir por esa pastilla, hasta que mis padres me hicieron vomitar y me tranquilice. Desde entonces creyeron que había intentado suicidarme, aunque no había sido así. Por muchas ganas que tuve de hacerlo, nunca lo hice, ya que no era capaz de dejar a mi hermanito. En fin, el punto es que no me gustaba perder control ni sentirme ansiosa por lo que cualquier sustancia desconocida pudiera causar en mi cuerpo. Así fue como había decidido no drogarme ni tomar jamás.

Me prepare para ir a la casa de Abby, a pesar de ser una fiesta donde todos los de la universidad estarían, me puse un pantalón negro, una camiseta verte oscura holgada, y unos botines grises. Era uno de mis atuendos favoritos ya que con mi cabello corto hasta la mandibula y el rostro sin maquillaje me daban un aspecto despreocupado y de niño. Perfecto para no llamar la atención.

Llegué a aquel infierno de luz y música escandalosa. Para mí ese era el infierno ya que me gustaban los lugares silenciosos y con poca luz. Sin mencionar que una vez adentro haría mucho calor y yo odiaba el calor. No hizo falta que buscará a la cumpleañera, siendo la "talentosa y cautivadora Abby", solo tendría que buscar al círculo de personas rodeandola. Dicho y hecho, junto a la alberca se encontraba Abby, majestuosa como siempre en su bikini rojo de dos piezas mostrando orgullosa su curvilíneo cuerpo, sentada en una especie de sillón/trono mientras era rodeada por muchos chicos que como siempre trataban de llamar su atención. Pobres idiotas, no tenían oportunidad. No hizo falta que me acercara cuando esa pequeña semi asiática salto del sillón y corrió sin importarle el rebotar de sus senos hacia mi.

- Miaaaaaaaaaaaa!_ grito Abby cuando me abrazo_ Sabía que no me defraudarías. Pero mi vida, ¿Dónde está tu bikini? Te dije que tenías que acompañarme en la alberca. Además quiero presentarte a unos chicos maravillosos que de seguro se enamoran de ti tan solo verte.

- Feliz cumpleaños Abby_ dije con mi típico tono de te adoro pero también te odio mi loca amiga_ Ya sabes cómo soy, no me gusta andar incomoda por verme bien y tampoco sé nadar.

- Es en serio??? Te vas a portar así en mi fiesta_ soltó ella con un puchero que la hacía ver aún mas adorable_ Vamos a mi....

Abby ni termino de hablar cuando un chico nos interrumpió.

- ¿Es este tu novio? Pensé que tenías mejores gustos preciosa._ dijo burlón sosteniendo una cerveza en su mano.

- Rick, no es mi novio, es mi mejor amiga Mía. Mía_ dirigiéndose a mi Abby dijo_ El es uno de los maravillosos chicos que te mencioné.

- ¿No crees que te falta algo? _ dijo el imbécil hablándome a mi_ ya sabes maquillaje y ropa de mujer jajaja

- Se nota que es realmente maravilloso querida amiga_ dije con sarcasmo_ disculpame debo buscar algo de tomar.

Sin más y dejando a una Abby gritando mi nombre como si no hubiera mañana me adentré a la casa en busca de la cocina para tomar un refresco. Tanta idiotez me había dado sed.

No encontraba nada que no fuera alcohol, y por momentos pensé que mi amiga lo había hecho a propósito para que me viera obligada a tomar. Pero buscando detrás de todos los sixpacks en el refrigerador por fin encontré una botella con jugo de naranja. Me disponía a tomar del jugo, iba por mi segundo vaso cuando alguien me tomo del hombro. Sobra decir que casi me ahogue por el bendito susto y escupí mucho jugo sobre mi.

- Disculpa no quería asustarte_ dijo un chico alto, con mirada profunda_ Estás bien? Eres Mía? La amiga de mi hermana?

Y en ese momento me di cuenta de que entre Abby y yo habían secretos. Llevábamos años de amistad, donde hasta los problemas más privados e íntimos habían sido compartidos en una que otra pijamada. Y ahora este tipo me decía que era su hermano? Se que me precípitaba al creerle pero es que si se parecían. Los mismos ojos achinados, piel pálida y cabello negro extremadamente liso. No era guapo como su hermana pero si tenían rasgos en común.

- ¿Quién eres? ¿Cómo me conoces? Es la primera vez que te miro_ dije apartándome para que su mano soltara mi hombro.

- Perdóname! Siempre he sido imprudente. Soy Xion, el hermano de Abby. Ella me ha hablado mucho de ti

- Pues lamento informarte que nunca he escuchado de ti y si me disculpas debo limpiar el desastre sobre mi ropa provocado por tu susto.

Me di media vuelta en busca del baño que se encontraba en el segundo piso. Me dio igual si pensaba que era grosera o no, me había tocado y no me daba buena vibra. No quería pasar ni un segundo más en su presencia. Sin conocerlo podía decir que era muy extraño. Su mirada, fue lo que más me perturbo.

Al llegar a las escaleras me comence a sentir débil, era raro ya que no recordaba estar enferma y solo había tomado jugo. Poco a poco trate de subir los escalones en busca de la habitación, me sentía mareada. Me aferre al barandal y cuando estaba apunto de llegar todo se nublo ante mi. 

Me había desmayado...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 21, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Chico De Mis SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora