El secuestro de Lya

Sipnosis

Mis ojos se cerraban involuntariamente, mi cansancio y dolor eran evidentes, consecuencia de más de 2 días con eternos sufrimientos, falta de comida y agua, sin dejar atrás mis hemorragias cada vez más grandes, he perdido una cantidad considerable de sangre, lo puedo ver en las manchas que hay en el suelo y en mi ropa algunas con sangre fresca otras solo se han convertido en manchas oscuras.

Pero parte de esa sangre es del cuerpo que yace inerte frente a mí, con sus ojos abiertos, pero sin vida, una chica, para ser más específicos, mi amiga, si queremos más detalles. Se llamaba Elina, tenía un hermoso rostro y un perfecto cabello color café, pero ahora su rostro está totalmente irreconocible y su cabello manchado con sangre debido a una bala que le atravesó el cráneo. Sufrió mucho, quisiera poder decir que no, pero yo estuve allí desde su primera lagrima de dolor hasta su último aliento de vida. Aparto la mirada de su cuerpo al recordar el suceso de esta noche, al recordar sus gritos de dolor y suplica.

FLASHBACK

Trate de ayudarla, pero estaba totalmente inmovilizada, luchaba por tratar de soltarme de las esposas que me tenían inmóvil a una especie de columna y mis piernas atadas por mis rodillas fuertemente, por lo tanto, cualquier forcejeo de mi parte era en vano, no podría soltarme por más que lo intentara, pero aun así luche, nada de eso me detendría ahora para suplicarle al maldito asesino que la dejara en paz, al fin y al cabo, a la que quería era a mí. Los gritos de dolor de Elina se mezclaban con mis gritos de súplica y horror al ver las inhumanas técnicas que ocupaba para hacerla sufrir, podía escuchar el crujir de sus huesos y podía ver como se ahogaba con su propia sangre, milagrosamente el asesino paro, no sé qué fue lo que hizo que Alec se detuviera, una pequeña parte de mi pensó que la dejaría libre, pues el salió del cuarto dejando la puerta abierta, gire mi rostro y vi a Elina llorando, sus lágrimas se mezclaban con la sangre que salía de todo su cuerpo, ella giro su rostro, note cuanto deseaba morir, pero con al parecer sus últimos esfuerzos esta tratando de decirme algo , al principio nada más pronunciaba susurros incomprensibles, poco a poco fui comprendiendo lo que me quería decir

-Lucha- su voz estaba ronca, consecuencia de tanto gritar- N-no dejes... que se salga... con la suya - hizo un último esfuerzo por terminar la oración y... ME SONRIO, a pesar de todo ella me sonrió, y justamente así la recordaba, siempre con una hermosa sonrisa en su rostro, le devolví la sonrisa con lágrimas en mis ojos, estaba a punto de contestarle, pero Alec apareció en la habitación, traía una pistola en la mano al ver que hablábamos su expresión se ensombreció, Alec camino hacia Elina y se agacho a su altura

-¿Quién te permitió hablar? ¿Quieres que tu amiga cumpla tu último deseo antes de morir? - dijo con diversión y evidente sarcasmo, los ojos de Elina se llenaron de odio y con al parecer su último esfuerzo la chica le escupió a Alec en el rostro, un poco de sangre se mezclaba con la saliva de la chica, en ese momento me pareció increíblemente valiente, porque realmente lo era, el asesino hizo una mueca de asco y su rostro se llenó de evidente furia y sin ninguna piedad comenzó a golpear el rostro de mi amiga, ella ya no gritaba, pero yo sí le rogaba a Alec que la dejara en paz, no conseguía dejar de sentirme culpable por el sufrimiento de Elina, unos minutos después el asesino cínicamente aburrido de golpear el rostro de la chica tomo el arma que había dejado en el suelo, apunto hacia el cráneo de Elina, Alec giro su rostro hacia mí y con una maldita sonrisa Alec jalo el gatillo, instintivamente cerré mis ojos y de mis labios salio un grito de terror, mi amiga estaba muerta, la prometida del mejor amigo de mi novio estaba muerta.