EL Chico de las Uvas

Capítulo 1

El colegio me parecía aburrido últimamente, tal vez no tenía muchas cosas interesantes por hacer, mi amiga Ha-Neul se fue a Busan para visitar a su abuela que estaba enferma, la llamaba a diario pero hace una semana que me dijo que no podría atender mis llamadas, estaría ocupada y quería un tiempo para estar con su abuela, sé muy bien que también quería alejarse de Jimin el chico tierno, con cabello rosado que le rompió el corazón, tal vez mi amiga se hizo ilusiones muy rápido, yo se lo dije pero no me hace caso, en fin es hora del receso, camino con toda la pereza a las mesa donde me siento con Ha-Neul, no hace mucho sol, el clima está bien, me siento y me dispongo a comer primero las uvas, pienso tal vez deba de hacer ejercicio estoy un poco gorda, Ha-Neul me daría que no es cierto, como la extraño.

Antes de comer la última uva me percató de esa mirada pesada que la he estado sintiendo desde que salí hacia el patio, justo en el segundo piso, en el gran ventanal me está observando, ese chico, no creo que sea a mi quien está mirando, así que volteo y no hay nadie, ese chico sigue mirándome, es raro, bueno es lindo, tiene el cabello castaño oscuro, ojos de conejito y bueno no logro distinguir mucho, sigue con su mirada en mí, ¿querrá una uva? Si es así le guardaré esta y se la doy o le traigo más si no llego a ver lo, subiré al segundo piso.

Levante mi ser y caminé hasta la entrada del pasillo, subí las escaleras y cuando iba a llegar al segundo piso el chico que me miraba estaba bajando, volvió a mirarme, hice una reverencia y le tendí mi mano con la última uva que tenía para ver si quería.

-Tal vez sea muy poco, pero es la última, te la doy, no dejabas de mirarme, la próxima te daré más, si es que llego a verte, disculpa mi nombre es Kim Sook...-el chico dijo algo.

-Gracias, Sook.-dio una reverencia, tomó la uva y se fue, dejándome ahí, pensado, tan confiado y me dijo Sook, tsk que niño más irrespetuoso.

Las clases pasaron, claro que tuve que prestar atención a matemáticas e historia, mis padres no me exigen mucho, pero si rendía lo suficiente obtendría algo, Ha-Neul siempre les proponía a mis padres que yo fuera de fiesta, estos se negaban, pero esta vez me hablaron que si mis notas aumentaban me dejarían ir de fiesta, Ha-Neul se emocionó así que tengo que salir bien. Claro que después terminadas las clases me fui a mi casa.

........

Al día siguiente me levante por el sonido de la alarma, claro la apague y llego mi padre a levantarme.

-Soo, ya levántate, ya es viernes, vamos...-me levanté y este se fue a la cocina, tomé mi toalla y fui al baño.

Después de una ducha fría ya estaba despierta, fui a mi habitación, cerré la puerta y busqué mi ropa interior para luego poner me el uniforme, sin ninguna arruga, impecable, mi cabello aún estaba mojado, así que decidí solo pacerle el cepillo y dejarlo suelto, fui a la cocina por el desayuno.

Buenos día papá-le di un beso en la mejilla- ¿qué hay para hoy? -encendí en televisor y estaba justo en el canal de noticias.

Vi que hoy habrá un poco de lluvia así que lleva tu paraguas-dijo mi padre para tomar un sorbo de café.

-Está bien, ¿mamá no se ha levantado? -fui al refrigerador por leche.

-No, sabes cómo es, así que prepara desayuno para ella también-tomo el último sorbo de café, dejando la taza en el fregadero, me dio un beso en la frente-te amo hija, que te vaya muy bien hoy-me dio una sonrisa.

-Que te vaya bien hoy, yo también te amo-lo vi ponerse su saco y salir de casa, entendía muy bien a papá, mamá no le gusta preparar desayunos como tostadas, omelette y entre otras cosas, cuando estaba más chica me fui junto a mi padre a Estado Unidos por trabajo, mi madre no quería y para ese tiempo trabajaba también, ya luego no quería estar más sola en Corea así que fue con nosotros pero no se acostumbraba, siempre andaba quejando se de las ropas, comida y personas, era muy chistosa pero algo que si amaba eran los waffles, así que hoy hare waffles.