Con pasos rigurosos me acerqué a la orilla y me sumergí en el mar, amaestrado por mis pensamientos y por el dolor de haberlo perdido. Unas frías manos me tocaron los hombros. Abrí los ojos y ahí estaba. Vivo, fingiendo su muerte.
ESTÁS LEYENDO
Microrrelatos de un alma libre
RandomBienvenido al mundo donde todo da un giro inesperado con pocas letras. Disfruta de tu estadía y visita lugares que no todos pueden conocer. ¿Habitación? Donde diga leer, espero que te quedes un tiempo.
Perdido
Con pasos rigurosos me acerqué a la orilla y me sumergí en el mar, amaestrado por mis pensamientos y por el dolor de haberlo perdido. Unas frías manos me tocaron los hombros. Abrí los ojos y ahí estaba. Vivo, fingiendo su muerte.