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- Desiciones -

Sentía un dolor punzante en la sien, al igual que en el brazo con el que sostenía su cabeza estaba dormido y sentía los pinchazos en él. Miró al rededor y los recuerdos llegaron; no podía negar que se sentía extremadamente feliz al ver su pijama cubriéndole el cuerpo tras años sin usar una. Una noche sin obligaciones (que eran todo menos eso) habían salvado al multimillonario Bruce Wayne de su extraña y enfermiza condición.

Tras hablar con Alfred se quedó mirando las noticias y al final el sueño lo venció y durmió en el sofá; se levantó y sentó en el mismo recordando sus palabras. Decidió ver un rato más las noticias, esperaba ver su foto en la televisión, mientras alguna presentadora hablaba de su estancia en aquella fiesta anoche. Su sonrisa desapareció ver una foto del Guasón en las noticias. En letras rojas se podía leer:

“ESCAPE DEL ASILO ARKHAM DEJA DOS MUERTOS Y UN HERIDO”.

Sentía una mezcla extraña de emociones que constantemente lo envolvían en una simple incertidumbre. En parte tenía muchas ganas de regresar a las calles, contra el Joker, sabía que tendría mucho trabajo y por ello estaría muy… entretenido; por otro lado no quería lidiar con la policía y las críticas que en primer lugar lo alejaron de su puesto. Así que no podía decir que estaba muy convencido, pero tampoco estaba desalentado.

Paso la mano por sus cabellos y suspiró. Desde hace días que no encontraba paz, se había hartado y finalmente llegó a una conclusión. Iba a atrapar al Joker, matarlo si era necesario y con eso cerraría el legado de Batman; se sentía un perdedor al abandonar a aquel justiciero que había creado para salvar a una ciudad en ruinas, se había jurado nunca dejar caer a Gótica en las garras de la corrupción y la inseguridad, pero simplemente no podía más, él lo daba todo y está gente solo lo odiaba.

Algunas cosas—pensó—están destinadas a caer.

Con aquel oscuro pensamiento se levantó y caminó a paso lento hacía la cocina para ver qué podía hacerse de desayunar. Tras cruzar el umbral se encontró con su mayordomo, el cual lo recibió con una leve sonrisa.

—Buenas, señor—saludó en su clásico tono amable—¿Hot cakes?—extendió un plato con dicha comida, el contrario solo asintió y se sentó en la barra  después de tomar el plato—¿durmió bien? Se quedó en el sofá.

—Sí...

Alfred notó la extraña seriedad con la que se había levantado el joven, y sí, él era muy serio pero había tipos de seriedad en él (al menos así lo creía Alfred) y la que tenía era extraña.

—¿Esta bien?—preguntó con curiosidad—

—¿Soy egoísta?—soltó el millonario con cierta tristeza—¿crees qué soy un mimado? ¿un egocéntrico? ¿una basu…?

—No diga esas cosas, amo Bruce—reganó con cariño pero dureza—usted es un buen hombre, las palabras de la gente—suspiró y miró al chico—no deberían importarle… si es a eso a lo que se refiere.

Bruce sintió vergüenza, Alfred lo había descubierto.

—No, no es eso—se excusó mirando a otro lado–es solo que, quería saber qué pensabas sobre mi.

Alfred alzó una ceja un tanto indignado.

—Usted sabe que yo jamás pensaría algo así de usted—recriminó severo provocando un leve rubor en el contrario—

—Sí, lo sé—se levantó sin siquiera tocar su desayuno y se dió la vuelta dispuesto a irse—

Alfred se quedó con la extraña sensación de que algo no andaba bien.

- Juego Asesino - Batman x Joker-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora