[ J U E V E S ]
— Narra Dev:
El sonido de las olas azotando contra la orilla de la playa me transmitía paz. Me permití luego de mucho tiempo mirar la puesta de sol fijamente, relajarme de verdad.
En estos últimos días sentía que el mundo se estaba viniendo abajo y que era él único capaz de mantenerlo, aunque cargar conmigo era más que suficiente.
Estaba abrumado.
Desde el lugar donde estaba sentado podía escuchar los gritos provenientes de la casa en la que vivía, específicamente, gritos de mi madre.
En eso se la pasaba todo el día, no había día que no peleara.
Solía venir a ver el mar todos los días, hasta que mi abuela empezó a pensar que era una mala idea, desde entonces, me escapo desde la ventana de mi habitación cada cierto tiempo para poder relajarme.
Suspire y cerré los ojos.
Empece a imaginarme lo que era tener una vida tranquila, en la que pudiera estar feliz, hacer cosas que me gusten sin que nadie me juzgue.
Me imaginé en un pueblito de Argentina, específicamente en Capilla del Monte, mi abuelo pasó gran parte de su vida en ese pueblo haciendo que en sus últimos días de vida lo único que hizo fue hablarme de lo feliz que era ahí.
Un grito desesperado me saco de mis pensamientos y de mi lugar feliz.
— ¡¡DEEEEV!! — Escuché provenir desde mi casa, parecía la voz de mi madre y por alguna razón se escuchaba muy alarmada.
Con toda la velocidad que pude, corrí hasta la ventana de mi habitación, logre escabullirme sin hacer mucho ruido y una vez dentro de la casa, procedí a buscar a mi mamá.
No iba a ser difícil, mi mamá se pasaba todo el día en la cocina, decía que era su lugar feliz porque amaba crear recetas nuevas.
Con pasos acelerados me acerqué a la cocina y vi a mi mamá con su delantal de cocina, su pelo largo atado en una cola y entre sus manos tenía una jarra llena de galletas que lucían recién sacadas del horno.
— ¿Me llamabas? — le pregunté disimulando bastante bien mi falta de aire por todo el ejercicio que había hecho para llegar ahí.
Sus ojos se posicionaron en mi fijamente y enarco una ceja. — No, no te llame Dev. —hizo una pausa en la que me miro de arriba a abajo, al parecer no estaba disimulando bien mi cansancio. — ¿Estas bien?
— Si, estoy bien, solo estaba haciendo un poco de ejercicio.. Ya sabes, vida saludable —intente decir entre risas falsas para que notara que era un chiste.
Me pareció súper extraño, entonces ese grito que me había hecho salir de mis pensamientos de donde provenía? Era idéntica a la voz de mi mamá.
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- DEV. [escribiendo]
RandomDev Brooks. Un auténtico adolescente viviendo lo que debería de ser la mejor etapa de su vida, distorsionada y destruida por su familia y su mente. Si comienzas a leer esta historia, no permitas que el lado oscuro de tu mente te domine por completo...