- DEV. [escribiendo]

Capítulo II

[ V I E R N E S ]

— Narra Dev:

Había despertado más temprano de lo normal por unos gritos que se escuchaban fuera de mi casa, no era la primera vez pero mi curiosidad siempre me ganaba y no podía evitar asomarme por la ventana

Eran las cuatro de la mañana y la orilla de la playa al igual que los alrededores de mi casa estaban desolados, seguía sin entender de donde provenían los malditos gritos. Bajé a la sala a revisar si había algo extraño pero no, todo seguía igual. Subí de nuevo esta vez dirigiéndome al cuarto de mamá para ver si estaba bien pero la puerta estaba cerrada con seguro, pegué mi oreja e intenté escuchar algo

— ¿Que haces? —escuché a mis espaldas, volteé rápidamente encontrando a mi abuela mirándome con mala cara

Esta maldita vieja solo sabía aparecer de la nada

— Nada, escuché unos gritos y me aseguraba de que no habías matado a mamá —solté sin pensar, ella enarcó una ceja nada sorprendida por mi comentario, pero el que soltó ella despues me sorprendió a mi

— En caso de que quiera matar a alguien créeme que no sería precisamente a tu madre —dijo y se dio la vuelta para ir a su habitación de nuevo pero frenó antes de abrir la puerta y me miró— Y vete a tu habitación, no te quiero rondando por ahí

Dió un portazo que resonó por toda la casa y cerré los ojos suspirando

"Ojalá pudiera sacarla de la casa" pensé yendo a mi habitación. Traté de conciliar el sueño de nuevo pero fue imposible, los gritos aun sonaban en mi cabeza como eco, así que me dispuse a mirar por la ventana hasta que saliera el sol y diera la hora para ir al instituto

🌫

Me encontraba en la clase de historia viendo al profesor moverse por la pizarra explicando, pero mi mente estaba en otro lado. Sentí como una bola de papel rebotó en mi cabeza y aterrizó en mi cuaderno abierto, volteé a ver quien la había tirado y vi a tres chicas mirándome y soltando risitas. Miré a Leah que estaba a mi lado y me dió una sonrisa divertida pero yo no entendía nada

Abrí el papel y estaban escrito tres números telefónicos y un "llámanos, guapo" con un corazón. Fruncí el ceño y le pase el papel a Leah para que leyera

— Están locas por ti —susurró sin dejar de mirar al frente

— No, creo que solo se están burlando —dije en el mismo tono y ella sonrió con ternura hacia mi mientras tomaba mi mano

— Créeme que no, cualquiera en su sano juicio estaría loca por ti

Guarde el papel en mi bolsillo mientras pensaba en las palabras de Leah "¿locas por mi?"

Llego la hora del almuerzo y salí con Leah hacia la cafetería, recogimos nuestra comida y nos sentamos en el lugar de siempre

Nunca acostumbre a tener muchos amigos, de hecho, la única amiga cercana que tenía era Leah, después solo eran conocidos que me hablaban de vez en cuando