『 Park Chanyeol pensaba que cuidar un día a su pequeño retoño sería trabajo fácil.
Más equivocado no podía estar.
Park Sehun podía ser todo, menos un bebé tranquilo. 』
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Un bebé risueño y desnudo corría por todo lo amplio del departamento en donde vivía, Park Sehun se había escapado de la hora del baño.
-¡Sehun, vuelve aquí!
Hace aproximadamente veinte minutos atrás Chanyeol lo había llevado en brazos hasta el baño, iban a salir y necesitaba a un Sehunnie limpio y sin rastros de leche con chocolate en su ropita, pero el pequeño Park no estaba dispuesto a dejarse limpiar, por lo que en la primera oportunidad que tuvo cuando su papá Chanyeol se apartó solo unos segundos para doblar su pantalón, el bebé aprovechó la oportunidad y salió del baño huyendo como un gatito del agua.
Las tiernas risitas se escuchaban en la habitación principal, Sehun se quedaba quieto para que Chanyeol lo viera y cuando se acercaba salía corriendo nuevamente.
Una idea millonaria según Chanyeol, iluminó su mente, su dulce angelito parecía tener una afición a escuchar la voz de Kyungsoo mientras cantaba por lo que pensó en tenderle una pequeña trampa al bebé, tomó su teléfono móvil de la encimera en la cocina y sin despegar la vista del niño buscó entre su galería una nota de voz de Kyungsoo interpretando una melodía para hacer dormir a su pequeño y cuando solo llevaba unos segundos de reproducción...
-¡Papi! Papi papi.
Sehun corrió hasta Chanyeol estirando sus bracitos para tomar el teléfono entre sus pequeñas y regordetas manos, una vez que lo hubo cargado lo llevó nuevamente al baño y solo se dejó bañar si la grabación de Kyungsoo estaba reproduciéndose.
Después del baño surgió una nueva disputa entre ambos Park, Sehunnie se negaba a usar zapatos.
Chanyeol tomó el pequeño piecesito vestido con un calcetín entre sus manos para intentar ponerle el diminuto zapato, y por supuesto el berrinche lleno de lloriqueos no se hizo esperar, una patada de bebé fue directo a su mejilla y como si Sehun supiera lo que acababa de hacer detuvo por completo su falso llanto y se quedó quieto sobre la cama.
-Park Sehun.
Balbuceos y una risita fueron la única respuesta, el pequeño Park gateó sobre la cama y se escondió entre las almohadas.
-Ven aquí, angelito, tenemos que conversar de hombre a bebé.
-¡Papá!
Chanyeol se estiró sobre la cama, capturó los diminutos piecitos y arrastró con cuidado a su hijo hasta la orilla de la cama para hacerle cosquillas, las risitas del bebé se prolongaron hasta que sus mejillas se tornaron de color rosa, por suerte para el castaño mayor entre juego y juego, había logrado ponerle el par de zapatitos.
-Muy bien, hora de ir comprar comida de bodoques.
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