Siempre he sabido que habían personas como yo, que se paraban frente a la ventana a ver los atardeceres y fotografiarlos. Nunca pensé que alguien cercano lo hiciera. Hoy lo vi a usted desde su ventana. Si no fuera por mi miopía podría haber jurado que sus ojos desprendían cierto brillo. Y no lo juzgo, porque son pequeños placeres de la vida que no todas las personas gozan. Por suerte usted sí.
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CARTAS A LA LUNA y a sus hijos
PoetryPermíteme presentarte a mi madre, la luna, que tuvo hijos alrededor de todo el mundo. Me inspiró a escribir para ella y para los suyos. Tal vez eres uno de ellos y si no, puedes pasar a conocerlos por medio de mis cartas