15

110 20 3
                                    

Narrador omnisciente:

El rizado sentía que le sudaban partes que no sabía que tenía, le tiritaban las manos y sentía que se iba a desmayar.

Y no, no era una exageración, este era el momento más estresante de su vida y el miedo a que lo rechazaran le estaba volviendo loco.

No alejaba su vista de esa pequeña puerta, prácticamente no parpadeaba, en un segundo, una mueca de Louis le diria como iba a seguir su relación.

Así que, cuando vio al castaño acercarse a su casillero sentió que se le bajaba la presión. Se acomodó tras la pared en la que estaba escondido y suspiró.

Lo vio abrir la puerta y asustarse un poquito con el pequeño girasol, al rizado le había costado demasiado meter esa flor por las rendijas, pero valía la pena, los girasoles eran algo especial entre ellos o por lo menos así lo sentía.

Louis sonrió para acariciar la flor entre sus manos y Harry estaba muriendo internamente.

Hasta que leyó la nota.

Su nota.

Su declaración.

Y esa sonrisa se borró, ahora no había más que seriedad en sus facciones.

Y su mundo se cayó.

¿Eso significaba que lo estaba rechazando? ¿Qué ya no iban a ser amigos? ¿Lo iba a alejar?

El timbre lo sacó de su mente y se dio cuenta que ya no había nadie en los pasillos. Sentía algo comenzarle a nublarle la vista.

Se dirigió al patio casi corriendo, hasta que alguien lo tomó fuertemente del brazo, metiendo lo en una especie de armario.

Antes de reaccionar escuchó una suave voz diciendo "También me gustas, Harry" y luego una tibia presión en sus labios.

El rizado solo sonrió sintiendo su corazón a mil por segundo, y presionó de nuevo sus labios con los del ojiazul.

Era un beso inocente, tierno, no había otras intenciones más que expresar sus sentimientos. Eran solo dos niños enamorados.

Entre medio de sonrisas y caricias, se miraron a los ojos, el azul y el verde colisionaron, y los fuegos artificiales se sintieron en el pecho de ambos jóvenes.

Flowers /Larry Stylinson/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora