Capitulo II

183 44 38
                                    

🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥

Pequeño epílogo:

La mansión, que tétrica por las noches, lucía resplandeciente durante el día. Una mujer de cabello negro y ojos violeta , alimentaba de su pecho, a un un pequeño de seis meses.

- Te pareces tanto a tu padre, con esos preciosos ojos que me enamoraron hace tantos siglos, pero al fin te tengo en mis brazos, mi pequeño Calem.

Unos brazos la rodearon dándole un beso en la frente.

- Como se porta mi primogénito.

- Muy bien. Ya está todo listo. Quiero abandonar este lugar que por tanto tiempo fué mi encierro.
No quiero volver Sesshomaru.

- No volveremos. ya tienes listo el conjuro?, recuerda que nadie debe entrar aquí jamás.

- Ya está listo, en cuanto salgamos se hará invisible, como si no hubiera nada aquí. Y . . . La pintura?

- La acomode en el salón principal para que le den los rayos del Sol en el día.

- Bien, valió la pena el sacrificio, algún día volveremos, cuando pase la maldición y podamos darle descanso. Después, podrás destruir todo.

Los tres abandonaron la lúgubre casona. Mientras por la ventana unos ojos fríos aparentemente sin vida, derramaban lágrimas de desesperación ante la infamia cometida con su alma, pero su imagen viviría en esa pintura eternamente escuchando pero sin poder moverse. Su alma, que alimentó a un demonio que por amor, sacrifico su vida  inocente, para el regreso de una bruja. Aome, quien fué quemada en la hoguera por asesinar y robar cientos de almas para lograr ser inmortal y conseguir darle forma humana al amor de su vida. El padre de un futuro demonio que sería poderoso en esa, y muchas vidas más.


FIN?

La pintura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora