Capítulo 1: Tomamos Cosas Extrañas Para Ser Normales.

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"—¿¡Entonces estas diciendo que ya no soy suficiente para ti!? ¡¿Por eso te vas así?!"

Agregó unos líquidos a un frasco de pruebas antes de mirar su libreta otra ves y escribir.

"—¡Jamás lo fuiste izuku Midoriya! ¡Estás tan vacío que ni siquiera parece que fuéramos pareja! ¿Hace cuanto tiempo salimos? ¿Me has puesto una mano en sima en estos 3 años? ¡¡Llevo preguntándome hace mucho si es que me consideras poco atractiva!!"

Viendo la reacción de los líquidos en el tubo de ensayo, izuku escribió luego de suspirar y gruñir bajo. Miró el reloj y escribió otra ves.

"

—¡No es eso!

—¡¿Y entonces que es?! ¡Eres un maldito asexual o no tienes pene! ¡¡Porque esto es muy ridículo, maldito idiota!!

—Urarak-... ¡¡No es mi culpa que no puedas esperar al momento en el que me sienta seguro!! ¡Siempre te me insinúas ¿pero acaso dejas que piense lo que quiero hacer?! ¿¡Porque crees que siempre te respondía con un no!?

—¿¡Entonces era demasiado insistente!?

—Si, asi es. Y conociendome desde hace tanto tiempo, debiste saber que soy una persona muy insegura en las decisiones-...

—Tú.... —Ese gruñido lleno de ira, jamás lo iba a poder olvidar. ¿Hizo bien con decirle como se sentía? Quizás debió quedarse callado— ¿¡Sabes que!?.... Estoy harta, ya no quiero verte, maldito títere. ¡Eso es lo que eres por insensible y mentiroso! ¡Y por-...!

—¡¡Si no quieres verme, lárgate de mi casa!! ¡¡DE UNA MALDITA VES!!

Su madre una ves dijo "El enojo nos hace decir cosas que no son... Sobretodo a las personas inseguras, que al sentirse amenazadas y heridas, buscan huir de la situación de alguna manera, ya sea con la ira o con la tristeza..." Pero no el creyó, hasta ese día.

—.....

—¿Que pasa? ¿Te comió la lengua el gato? ¡Pues así son las cosas querida, esta es mi casa y puedo sacarte cuando quiera! Asique largo... ¡Ve a chuparle la polla a todo el puebl-...!!

Y para cuando la marca de una mano estuvo en su mejilla, supo que la había cagado saliendo de sus casillas al escuchar un fuerte portazo junto al llanto de quien una ves amo... Espera, ella tenía razón ¿No?.... ¿Alguna ves la amo como se lo merecía? Con esa duda en su mente olvidaba que ella posiblemente jamás sintió lo mismo por él.

—No... Ochako... Perdón, me equivoque... —Dando pasos torpes se acercó hacia la puerta para después dejarse caer de rodillas, llorando a mares confundido y vacío. Se agarro la cabeza mientras su frente tocaba el suelo y se quejaba.— No quise decir eso... Vuelve ¡pateame, golpeame, tratame como un perro! ¡¡PERO NO ME DEJES SOLO, OCHAKO!!"

No salio de casa los siguientes días, no los siguientes a esos.

El sueño era tan difícil de consiliar, la comida sabia amarga y se había equivocado 4 veces con la medicina de su madre, retrasando el mejorio de la misma, quien había caído enferma un día antes de la discucion.... Nadie se había acercado a su casa durante todos esos días, solo era él, una despensa vacía y sus experimentos y teorías.

Miro el techo por cuadragésima ves en el día con esos pensamientos que le mataban una ves más la cabeza... Arrepentido de todo, molesto, queriendo matarse pero deteniéndose por el miedo a morir y la necesidad que tenía su madre de verlo respirar en este mundo.

Happy Pills《Katsudeku medieval》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora