capitulo 1

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Iba a largo, no pararía de ventear como león rugiendo.

Incluso teniendo la ventana cerrada con las cortinas más oscuras se podía notar el destello de luz de los relámpagos apareciendo entre las gigantes nubes rayando a negras en el cielo, imponentes, inalcanzables y libres.

Libres, pero él no...

Era prisionero de un cólera, una melancolía y desesperanza en la soledad de su cuarto, pintando sus mejillas sonrosadas de lágrimas saladas de una fuente interminable, ya hace rato que ha mojado la funda de su almohada, pero no le importa, de hecho, ahora mismo siente que no importa nada, y tampoco le importa a nadie.

El plus de esto, son los lobos que le han estado masticando el cuerpo y el alma, la ira, la tristeza, el dolor, el calor y los calambres en todo su cuerpo, sudando como vil cerdo en una parrilla.

Podía aliviar el dolor, pero no quiere...

Pudo haberle avisado a su familia, pero su madre y su hermano estaban en estados unidos, no quiere molestar.

Su padre pudo decirle para que le traiga supresores, pero aun no quiere verle.

Puede avisarles a sus amigos, pero no quiere ser molestia.

Pero contradictoriamente, quiere que sepan y vayan a rescatarlo.

No toma el teléfono porque en el fondo quiere que le rescaten sin saberlo, demasiado extraño.

Y se siente culpable de pensar así, pero también siente ira porque ellos no noten como sufría, y tristeza porque parece que nadie lo va notar.

Tampoco ha puesto mucho de su parte, siempre callado, siempre guardándose el dolor, gritando con los ojos ayuda pero a la vez con un rostro indiferente.

Gruño, tomando en puños sus sabanas al sentir otro espasmo golpearlo en el abdomen, retorciendo sus piernas y apretando la quijada.

Pero al contrario de lo que pensaba, canalizar el dolor en objetos no le función esta vez, de repente se sintió abandonado de fuerzas, el labio comenzó a sangrarle por sus colmillos que perforaron la piel, el pesado aroma de feromonas le comenzaba ahogar.

Entonces...¿sería así?

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