México estaba mejor después de tantos años, él logro una parcial libertad de expresión y libertad de manifestaciones pero el mundo no lo quería verlo feliz al parecer
El 19 de septiembre de 1985, hubo un terremoto de gran magnitud, cientos de personas murieron y la metrópoli fue derrumbada
México no estaba mejor, en su rostro estaba una grieta y luchaba con sus ganas de llorar
Estaba entre escombros destrozado por aquello, personas con hematomas enormes corrían a su alrededor tratando de ayudar a otras personas atrapadas y él se sentía impotente
Había un edificio en pie y con un teléfono de emergencias
Ese teléfono sonó
El de rojo, blanco y verde contestó con enormes ganas de llorar
—¡Mex! ¡México!— gritó una voz de acento caribeño
—Cuba...— dejó escapar mientras sus ojos se hacían agua y le mostraban como además de la capital otros de sus hijos fueron afectados
—México...— llamó con más calma, estaba preocupado
—Cuba— repitió
—¿Hay algo que necesites? Te mandaré lo que requieras, dime qué te falta— preocupado soltó
—Cuba— dijo el mexicano empezando a llorar por su desgracia
La isla estaba triste podía escuchar los sollozos de México
—México— pronunció triste por él
México limpió su rostro aún llorando tomando con fuerza el teléfono
—Tu tienes médicos ¿No?— preguntó tratando de dejar de llorar
—Claro, te mandaré lo que necesites— con comprensión habló
—Necesito médicos— dijo tragando saliva
—Los mandaré, no te preocupes también te daré equipo médico y alimentos, voy a mandarlo ya— exclamó colgando para realizarlo
—USA— habló PRI que tenía hematomas en los brazos y en la cabeza —Él ya está mandando trenes aquí, quiere saber si pueden pasar—
—Sí— afirmó no del todo repuesto —Necesito mandar un mensaje, ahora mismo necesitamos ayuda— dijo tomando papel y un bolígrafo
—¿Cree que el mundo quiera ayudarnos?— cuestionó el partido
—Al menos debemos de intentarlo— dijo con una sonrisa forzada
—URSS y Japón quieren saber que es lo que necesitan— habló uno de sus ayudantes
México sonrió, eso le daba esperanzas
[...]
Dos días después por fin su sonrisa era sincera
Su pueblo estaba trabajando duro y él quería responder de buena manera, pronto llegaría la ayuda
USA ya había arribado a México para ese entonces
—¿Necesitas más ayuda?— preguntó al ver cómo el mexicano trabajaba
—Pronto llegará la ayuda de otros países, no, gracias USA— habló tranquilamente
—¿Estás seguro?— de nuevo cuestionó
—Sí, gringo, ¿No tienes una guerra que hacer o algo así?— formuló enojado
—Oye, México solo trato de ser amable—
Cuba estaba en el lugar también y a lo lejos saludó a México
—Como lo odio— vocifero el anglosajón entre dientes
—¿Qué dijiste gringo?— cuestionó notablemente enojado
—Nada— respondió también enojado
—Si URSS está aquí te juro que lo mató— habló con coraje
—Por cierto, gringo apestoso, ¿Sabes qué sucede con él?— interrogó al contrario —Antes él estaba más al pendiente de lo que me ocurría y hoy al parecer algo le pasa ¿Fue otro de tus bloqueos?—
El de franjas y estrellas sudo un poco, no podía decir a su pareja que estaba a punto de ganar la guerra y tragó en seco
—No quiero preocuparte más— soltó tratando de ser comprendido
—¿Qué le hiciste Gringo?— enojado le reclamó
—Aún nada, mi frijolero...que no me haya hecho él— se defendió
—¿Pero de qué hablas? Gringo dime qué le hiciste— gritó enojado
—Es algo que no te debe preocupar amor— calmado se enfrentó a él
—¡Vete!— le gritó a USA
Él lo comprendió y se fue, a su pareja no le gustaba que no le contestará
PRI lo veía con desaprobación y el mexicano le paró el dedo de enmedio
[...]
México empezó a recibir cartas y excusas de la Unión Soviética
Cuba ya era un pretendiente serio, después de tanto tiempo, él seguía ahí mostrándole otra cara que a nadie mostraba
"Nunca olvidare quién me extendió la mano cuando más lo necesitaba"
El norteamericano veía mermado el amor que le tenía al estadounidense
Estados Unidos lo seguía amando pero después de tantos años nunca logró lo que Japón le hablo
No había logrado que él lo besara
En realidad México no había besado a nadie por propia convicción pero estaba un poco tranquilo por lo que pasaba
Estaba más o menos bien y eso le bastaba aunque tuviera que vivir con su enemigo en su casa
URSS le había mandado una carta hermosa, México realmente creía que se había enamorado de las palabras bonitas del Soviético
Quería verlo, quería saber que se sentía estar con una persona que gritaba quererlo y que no lo había lastimado directamente
PRI se puso en su camino, él le había ayudado a México a acercarse a él, no entendía porque en ese momento lo evitaba
—Mi romántico empedernido— soltó el tricolor con las siglas de PRI
—¿Qué sucede?— cuestionó el país
—No estás enamorado, México— alegó él —No sabes lo que es bueno para tí—
—¡Tú no eres bueno para mí!— gritó enojado
—Hasta eso qué no eres tan idiota— comentó con una honesta sonrisa
—PRI déjame ir a verlo, no dejaré a USA, quiero tener la libertad de elegir—
El partido lo vió a los ojos —¿Porqué no has dejado a USA completamente? A mí no me importa, si quieres dejar de ser su pareja no me interesa—
—Mentira— exclamó el mexicano
—Te diré una cosa, no lo dejas porque lo amas— exclamó firme el partido político
N/a: El próximo es el final, lo publique hoy y no mañana porque... No se, porque tal vez mañana publique el final
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Vestigios de una guerra [MexHarem • USAMex]
FanfictionEl nuevo Estados Unidos había comenzado una relación con México pero no había un amor de verdad por parte del latino pero los dos aceptaron éso siendo una gran oportunidad para que dos personas más se interpusieran entre ellos Sin saberlo que convir...