One Shots ° Timothée Chalamet

Classmate 2•

Mi alarma sonó repetidas veces antes de que pudiera siquiera abrir un ojo. Recorde que había quedado con Timothée para realizar el maldito proyecto que nos han asignado a última hora. Con pocas ganas me puse de pié y me dirigí hacia mi closet.

Trate de vestirme bastante casual, aunque quería que me viera un poco mas arreglada de lo que voy a la universidad. O tal vez, un poco mejor de como me veía ayer.

Nunca me importó verme bien por nadie, solamente para mí. Pero ahora, parecía que mi mente no podía dejar de pensar en el juicio que podría tener prácticamente un extraño sobre mí.

Los mensajes que no respondí ayer seguían allí, esperando una respuesta. Solamente busqué la ubicación que me había enviado y me adentré en mi coche.

Decidí saltearme el desayuno, tomando la idea de llevar café y beagles para desayunar con él, y no llegar con las manos vacías.

Aparqué frente a un edificio de apartamentos cuando la voz del gps me informó que había llegado a destino. 

T/n moore
Cual es el número de tu apartamento?

Timothée C
A-15
Ahora abro.

Al cabo de unos segundos él apareció por la puerta principal con el cabello despeinado, una camiseta blanca a juego con sus tenis y un jogging negro. Amaba cuando los chicos se vestían así.

Rápidamente, su voz me sacó de mis pensamientos.

—¿Te encuentras bien?

—Claro... —le mostré lo que traía en mis manos— traje el desayuno.

—No hacía falta... —me encogí de hombros y él me sonrió— adelante...

Subimos a su apartamento, que a decir verdad era todo el piso completo, algo que solamente había visto en películas y pensaba que una persona normal promedio no podría tener algo así.

—¿Vives solo? —dije mientras admiraba un cuadro que tenía colgando de la pared.

—Así es... —rogué que no pregunte si yo también lo hacía, porque me sentiría una boba diciéndole que en realidad vivo aún con mis padres.

—Perdón por no responder ayer...

—Esta bien...

—¿Cual era la pregunta? —él me miró fijamente y rió.

—Nada...

—Dime... —me acerqué un poco más a él.

—Este café es mi favorito, ¿como lo supiste?

—Timothée... no cambies de tema —le dio un sorbo al café y rascó la parte trasera de su cuello, en síntoma de nerviosismo.

—Me habló tu novio... me amenazó y esas bobadas...

—¿Qué novio?

—Tony, ¿no es tu novio? Eso me dijo él. —maldito Tony, debería de ocuparme de él luego.

—No, no lo es. Solamente... ya sabes, nos acostamos... unas veces... —dije algo apenada, no tendría que contarle mi vida sexual a un desconocido.

—Le dije que solamente teníamos un proyecto juntos, se calmó un poco.

—Lo siento, Timm... Timothée, en serio...

—Puedes decirme Timmy... —el rió y le dio un sorbo al café— ¿hacemos ese proyecto?

Las horas pasaron y la hora del almuerzo se acercaba, haciendo que Timothée me invitara el almuerzo luego de que terminemos con él proyecto.

—¿Que quieres comer? — habló mientras miraba su teléfono y yo terminaba de escribir en su ordenador.

—Lo que tu quieras...

—Uhm, fácil —levanté mi vista unos segundos y tenía una sonrisa maliciosa mientras miraba la pantalla atentamente.

—¿Qué?

—Nada... —rió nuevamente y mordió su labio inferior. Eso hizo que mi respiración se cortara por unos segundos.

—Terminé... —él se puso a mi lado a leer mientras yo podía de reojo mirar su perfil.

—¿Interesante?

—¿Estas preguntando? —tire de mi cabello nerviosamente.

—Si está interesante verme de perfil...

—Yo, no. No estaba viéndote... —se acercó a mi, si es que eso era posible, porque ya estábamos bastante pegados. Me miró a los ojos y luego su mirada fue hacia mis labios, lo cual hizo que me mordiera el labio inferior.

—Eres tan...

—¿Tan que?

—Tan hermosa... que suerte que tiene Tony, aunque sea un bruto.

Tome aire y junte nuestros labios, el tomó mi cara con su mano derecha y mi cintura con su otra mano. El beso comenzó algo tímido y luego se fue intensificando. En un santiamén estaba sobre su regazo mientras me movía lentamente las caderas con sus manos fuertes.

—¿Tony no me matará?

—Espero que no.

El rió e intensificó el movimiento, comencé a meter mis manos por debajo de su camiseta haciendo que se estremeciera y apretara mi trasero fuertemente. Él también tocaba mi espalda debajo de mi camiseta y trazaba lineas con sus largos dedos.

Cuando me tumbó sobre el sofá un pequeño gemido se escapó de mis labios. Y el mordió mi labio inferior en respuesta.

Estábamos los dos casi desnudos a no ser por la ropa interior entonces el paró unos segundos mientras yo besaba su cuello.

—¿Que sucede?

—No puedo creer esto... —lo miré desconcertada.

—¿Eres virgen?

—¿Qué? No. Solamente que nunca pensé que estaría con la chica más bonita de la universidad.

—Eres un tonto... —él rió y volvió a besarme.

Sacó mi sostén y comenzó a jugar con mis senos mientras me estremecía bajo su cuerpo. Bajó sus manos hasta mi entrada e introdujo un dedo haciéndome gemir de placer.

—Follame...

Timothée gruñó en respuesta y sacó un condón de un cajón cerca de allí. Cuando estuvo en mi entrada lo introdujo lentamente y una vez dentro comenzó a moverse cada vez más rápido.

—Uhg, demonios —dije mientras sentía con cada golpe que estaba cerca de llegar al clímax.

—Correte para mí... —dijo en un susurro y como si sus palabras fueran mágicas lo hice gimiendo su nombre.

A los segundos el cayó rendido a mi lado y beso mi frente. Su cabello estaba más alborotado de lo normal y se veía espectacular de esa forma. 

Quien diría que el "tonto" de la escuela follara mejor que el "dios" de la universidad.